domingo, 26 de julio de 2009

¡Fuego!... ¡Fuego!... ¡Fuego!...

España se quema. ¡Esto está que arde!... Se queman los bosques y se quema la basca por la crisis. Ayer dijo la ministra en un periódico que para el año que viene tendremos los cuatro millones y pico de parados habituales, pero en el 2.011 ya mejorará la cosa, volverémos a la situación saludable del 2.007. La putada sería que fuésemos también al 2.008 y al 2.009, porque después del 2.007 viene el 2.008, si no me fallan los cálculos.
"Tirar colillas cuatro puntos", lo leí en los paneles electrónicos de la autovía. Entre los de las colillas y los pirómanos, estamos apañados. Y eso que se supone que ya no operan los pirómanos al servicio de los especuladores, pues un decreto del 2.003 prohibe recalificar en treinta años tierras incendiadas. Pero los pirómanos vocacionales y los tiracolillas... estos son muy contumaces los muy cabrones.
Las Hurdes, Teruel, Castellón... Arde España, ¡qué gran putada veraniega de todos los veranos!...
Por lo menos hay algo de lo que alegrase: Ganó el Tour de la France el bravo Contador. ¡Qué todo no van a ser desgracias, hostias!... Ahora a ver si se pone bueno Sarkozy, que ayer le dio un mareillo al buen hombre. No se ponga usted malo, monsieur; no se nos muera ahora que va a dejar una viuda muy tentadora, que está muy rica madame Bruní. Me consta que monsieur Valdivieso ya ha puesto los ojos en ella.
Pues hay dos valientes que se llaman igual, son José Tomás y José Tomás, un valiente torero y un sastrecillo valiente. El amiguito Camps también está que arde. Y la amiguita Barberá echa fuego por los ojos y por la boca, como los dragones.
Verás, cualquier día de estos aparecen por aquí Salustiana y el gran Rumí.

No hay comentarios: