jueves, 27 de agosto de 2009

¿Quién fue David Bustamante?

Fidel Castro cumple 83 años y dicen que mejora en salud. El 30 de Septiembre cumplirá los 75 Brigitte Bardot. ¡Jo, qué buena estaba la moza antaño!... Sean Connery (James Bond para los no iniciados) cumplió el día 25 sus primeros 79 añitos. De Carrillo ya he perdido la cuenta. A Fraga Iribarne posiblemente lo entuben para que dure mucho más. Sara Montiel y Marujita Diaz ocultan su senectud con estiramientos de piel, maquillajes, novios y demás mentiras.

Nos vamos haciendo mayores viendo como envejecen los líderes de la política, el espectáculo, las artes, el deporte, la empresa y la Conferencia Episcopal. La esperanza de vida cada vez es mayor y la basca se resiste a dejar este barrio aunque a ninguno nos guste gran cosa.
Me imagino dentro de un montón de años una escena así:

- ¿Sabes quién se ha muerto, Manolo?
- A ver, ¿quién?
- David Bisbal
- Buah, ya se venía venir, estaba muy achacoso ese hombre.
- Dicen en el elektrotexto que tenía 115 años.
- ¡Y una mierda!... Si era de mi edad y yo he cumplido los 123. ¡Jo, qué manía tienen los artistas de quitarse años!
- Pues cuando murió David Bustamante no le dieron tanta publicidad.
- ¿Y ese quién era?
- Otro de cuando entonces.
- Ah... Pues no me suena de nada.
- ¡Porque vamos perdiendo memoria, hostias!
- Será eso... Bueno, no del todo, la otra noche tuve una erección pensando en Chenoa.

6 comentarios:

El gramático pardo dijo...

Cuánto lo admiro, don Obdulio. El post de hoy es bárbaro.
Cómo pasa el tiempo! A mí me acojona un huevo. Debe ser la crisis de los cuarenta.
En fin, como veo que menta a Brigitte Bardot, pedazo de huracán sensual, quisiera saber si usted sabe el título de una cancion de samba que decía algo así como: Es el amigo Charlie, uoo, ooo....Me consta que la canción iba dedicada a la francesa como reína del carnaval en 1968.
Saludos

Alfonso dijo...

Gracias Don Obdulio por tus amables halagos...

Qué bien quedamos con eso del Don Alfonso p'arriba, Don Obdulio p'abajo. Parecemos los contertulios de las mañanas de la COPE, con el inefable enano cojitranco al frente. Por cierto, a Jiménez Losantos lo conocí en su etapa de furibundo comunista-marxista-leninista-pensamiento Mao-Tse-Tung, de cuando estaba en Barcelona. Frecuentábamos entonces ambientes políticos y sociales parecidos. Y había que sujetarlo porque quería hacer la revolución obrera y proletaria él sólo. En algunas de sus delirantes y ultraizquierdosas diatribas había oído algún que otro: "¿Pero éste de que vá?"... Y la verdad, no nos fiábamos ni un pelo, máxime cuando a la hora de apechugar a pie firme ante la presencia de la policía o la guardia civil se quitaba de enmedio. Y aquellas actitudes eran sintomáticas del auténtico carácter de quiénes a pesar de su verborrea grandilocuente dejaban mucho de desear cuando se les esperaba que fuesen consecuentes con las mismas. Y después vino el esperado resultado. Como que militar en la izquierda no le reportaba fama ni beneficios, se pasó al bando contrario, donde aun pasta un buen rebaño de nostálgicos que le bailan el agua en cuanto abre su faltona boquita, dispuestos a consumir toda la bazofia filofascista que es capaz de vomitar. Y, efectivamente, pudimos comprobar que és lo que perseguía su inmundo cerebro: Pegar un pelotazo ideológico y aprovecharse de él. Aunque, ¿Jiménez Losantos ideólogo político?... Jajajaja... que no me hagan reir. La única ideología que él persigue es llenarse los bolsillos cuanto más, mejor.

Pero vamos al tema. Es cierto, la medicina pone cada vez más a nuestra disposición los medios técnicos necesarios para seguir arrastrando nuestros cuerpos por este "valle de lágrimas", que diría nuestro cura favorito. Antes te daba un "cólico miserere", que era algo asquerosísimo, pues llegabas a vomitar tus propias heces por la boca, y hoy día se resuelve con una simple intervención quirúrjica. Es que la gente, antes, se moría por cualquier banalidad. Y si no te morías tú eran los médicos de entonces los que remataban la faena. Por ejemplo: Supongamos que te herías una pierna y que ésta al infectarse por falta de medios profilácticos y ante la gangrena galopante resultante aconsejaba amputar. ¿Sistema de anestesia? Aguardiente peleón, orujo, cazalla, o cualquier otro licor que su sóla exposición al sol durante un rato haría arder. Y emborrachaban al paciente hasta el paroxismo en el intento de insensibilizarlo. Es decir, o te mataba la gangrena o te mataba la intoxicación etílica. Lo segundo, tenía más probalidades que lo primero. Y hoy, nada, existen anestesias de distintos matices que se ajustan como un guante a cada necesidad de intervención. Tres días de cama y como nuevo para casa.

A mí me intervinieron hace ya algunos años de divertículos, con intervención laparoscópica eliminaron el cacho de tripa que me deba por culo, y no me hice un llavero con ella porque no me dejaron. Lo único que me mosquea del informe médico postoperatorio es que dice algo asi como "que el cosido de la unión del colon me lo practicaron por vía rectal"... Vamos, es que se me ponen los pelos como escarpias sólo de pensar que mientras dos enfermeras, con ambas manos, ensanchaban mi esfinter anal, el cirujano metía las manos para que, con hilo y dedal, cosiese los dos trozos de tripa separados. Es que, la verdad, no se me ocurre otra cosa cuando lo leo...

Obdulio de Oklahoma dijo...

Lo del Don es algo que me ha ido saliendo sin proponérmelo y que en mi estilo literario tiene más de proximidad que de cortesía, de desenfado que de culto al interlocutor. No es el mismo Don de las cartas que recibes del banco.
No me sorprende que el enano saltarín escurriese el bulto cuando rondaba el peligro, ¡es muy pequeñito él, leches!... La verdad es que cada vez tengo menos datos para juzgarle porque huyo en cuanto le oigo abrir la boca. Trabajo conduciendo una furgona y ora escucho música, ora sintonizo la Ser o RNE, y si en un momento dado echo un vistazo a la Cope, lo dejo al instante porque me pone malo.
Lo de "divertículo" es un vocablo que tiene su guasa. Esa misma operación que me relata me la contó otra persona que la sufrió, ahora no recuerdo quién.
Pues así era, cuando la medicina estaba en su prehistoria la gente sí que andaba jodida. Ponerse en mános de un "matasanos" o de un "barbero sacamuelas" era peor que sufrir a "Billy el Niño" o al "comisario Conesa" en la tristemente celebre DGS. (Por cierto, ahora estoy leyendo "Asesinato en el Comite Central", de Vázquez Montalbán, y me trae muchos recuerdos de aquel Madrid y de aquella Puerta del Sol. Yo también pasé por uno de aquellos calabozos tras una puta redada de esas en las que caía todo dios)Por eso cuando me preguntan que en qué época del pasado me hubiese gustado vivir, respondo que en ninguna. A pesar de todo y de tanto progreso en medicina, de vez en cuando nos llevamos sorpresas, y me remito al caso de los dos futbolistas muertos sobre el terreno de juego. El cuerpo humano es frágil y en cualquier momento se rompe.
¡Abrazos cordiales!

Anónimo dijo...

Me gusta.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Gracias, Angus

calimeroesmalo dijo...

Me ha encantado. Wenisimo¡¡¡¡¡
jajajajajajajajajajajjajajajaja
Espero no llegar a tan viejuno jajaja
Un abrazo¡¡¡