Es una palabra que me ha llamado la atención desde niño, desde la época de mi incipiente adolescencia, cuando buscaba palabras "prohibidas" en el diccionario. Todo estaba prohibido entonces, hasta las palabras.
Siempre relacioné lujuria con lujo, en parte por su fonética que casi las iguala, y en gran parte porque para mi el sexo siempre ha sido un lujo, nunca lo he tenido fácil y me la he meneado más que un chimpancé. Mis escarceos amorosos he tenido, pero no en la medida que yo hubiese deseado. He sido siempre un lujurioso reprimido o lujurioso semireprimido.
Lujuria: Deseo sexual exagerado.
Por qué exagerado?... Creo que todas las exageraciones son malas, menos en la práctica sexual. Si el cuerpo nos permite siete coitos en una noche, eso es lo que debemos hacer.
El término lujuria es anterior a la definición "adicción al sexo" Lujuria es cosa de la Iglesia, un "pecado capital", algo no grato a los ojos del dios que se han inventado, pero tan grato para ellos (clérigos casados, clérigos promiscuos, clérigos pederastas...) como para el resto de los mortales. La carne es débil y el "hermano pequeño" se pone duro enseguida.
lunes, 10 de octubre de 2011
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2 comentarios:
La lujuria es un lujo que pocos nos podemos permitir.
Pues la Iglesia siempre ha pensado lo contrario y por eso ha fastidiado tanto con el sexto mandamiento.
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