De Luis M. Ariza en El País Semanal
"No se trata de seudociencia" nos dice por correo electrónico el profesor Mohamed Omar Salem, psiquiatra de los Emiradtos Arabes Unidos. "Es un hecho científico que el corazón tiene un tejido cerebral de 40.000 neuronas y que es capaz de segregar casi todos los neurotransmisores del cerebro" El corazón fabrica oxitocina, una hormona relacionada con el amor, las relaciones sexuales y los lazos entre la madre y su bebé, en concentraciones tan altas como en el cerebro. O dopamina y noradrenalina, que se pensaba que eran exclusivas de las células del sistema nervioso central. Se ha medido también el campo magnético del corazón y se ha visto que su intensidad es 500 veces más poderosa que la del cerebro. Salem afirma provcadoramente en un trabajo en la revista The Arab Journal of Psychiatry que el corazón puede incluso procesar información inductiva, como si tuviera intuición sobre lo que va a ocurrir, y que es capaz de influir en el cerebro al estar conectado con la amígdala cerebral, el centro de las emociones, además de responder a sus órdenes.
Un corazón extraído de una persona que acaba de morir puede seguir latiendo siempre que reciba sangre y oxígeno. Tiene una función que es absolutamente maravillosa. Y es que es automático", dice el cardióloco Josep Brigada, experto en arritmias. Cómo es posible que, fuera del cuerpo humano y privado de todo estímulo, desconectado del sistema nervioso, el corazón preserve esa capacidad de latir?
lunes, 14 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario