sábado, 22 de octubre de 2011

La caída de Franco ( ficción histórica )

Una vez que los aliados consiguieron liberar Francia, durante la segunda guerra mundial, entraron en España para acabar con la dictadura de Franco. El "Glorioso Movimiento" se vio impotente para dar batalla al fuerte contigente aliado. Pero un grupo de irreductibles, formado por legionarios, falangistas y otros abnegados patriotas, se unieron en un intento desesperado de defensa, tal que si fuesen valerosos y tozudos guerrilleros contra las tropas napoleónicas.
Vano empeño. La máquina aliada avanzó sin problemas por la geografía española. El "invicto caudillo" estaba escondido en un rincón de Galicia, dentro de una pequeña casa de labranza. Pero los espías dieron con él y enseguida el ejercito invasor rodeó la zona. Hubo un intenso tiroteo y murieron todos los miembros de la Guardia Mora y más de un centenar de falangistas. Al "generalísimo" lo encontraron escondido en un armario de la cocina, porque era un hombre muy bajito y se apañaba en cualquier sitio. La intención de los aliados era detenerle para que fuese juzgado por un tribunal internacional, pero se adelantaron varios republicanos españoles, cuyos familiares habían sido fusilados por los sublevados, y lo machacaron a hostias allí mismo.
Con la muerte del "general más joven de Europa" murió la dictadura más joven de Europa.
Qué hubiese ocurrido de perpetuarse el regimen de Franco?... Alguien tiene la respuesta?... Je, je!

3 comentarios:

Jesús dijo...

Creo que no fueron los republicanos, sino los ingleses y los franceses para que no rebelará los acuerdos secretos.

Jesús dijo...

Y siguiendo con tu maldad...continuaron 40 años de gran placidez, donde los separatistas no decian nada porque no tenian politicos interesados en adoctrinarlos para sacar tajada. Y como solo había un partido único y muy controlado, apenas habia politicos para robar, así que el daño que hicieran fuera minimo...Matesa, Sofico, y poco mas.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Es un "gran placidez" de lo más plácida, je, je!..., no hablemos entonces de todos los fusilados, de los huídos al extranjero, de los que se pasaron una eternidad en cárceles, primero en campos de concentración, del permanente estigma que llevaron muchas familias por ser hijos o hermanos de "rojos", de las cartillas de racionamiento, del atraso cultural, de la Iglesia sembrando más miedo y odios que el propio regimen...
Buen día y buena semana, Don Jesús!