En la clase de inglés nos pidieron una vez que hiciésemos una breve redacción sobre la época histórica en la que nos hubiese gustado vivir. Mi primer impulso fue decir que en ninguna. Las razones son obvias: En épocas anteriores a la nuestra la esperanza de vida era muy baja, enfermedades y epidemias hacían estragos, no existía la penicilina, la higiene brillaba por su ausencia, la mortalidad infantil era altísima, los pobres trabajaban en regimen de esclavitud, la Iglesia y las supersticiones campeaban a sus respetos... Todo lo que sucede hoy en día en los países de "El Cuerno de Africa" trasladado a la vieja Europa.
Pero de pronto se me encendió una lucecita. Sí, me gustaría haber nacido en una época y en una zona determinada del planeta: en el Hollywood de los pioneros!... Me hubiese gustado ser un currante en la factoría de Mark Sennet, en aquella primera "fábrica de sueños", compartiendo talento y habilidades con Mabel Normand, Charles Chaplin y todos los entusiastas dedicados a imaginar historias hilarantes y a convertirlas en peliculillas de lo que entonces empezaba a conocerse con todas sus letras: "Cinematógrafo"
Me hubiese gustado disfrutar con ellos, divertirme a tope, experimentar cada día con nuevos guiones, desarrollar las locuras más fantásticas, vivir in situ los momentos inmediatos al Big Bang, a la Creación del Universo Cinematográfico.
Enterarme de que esas películas se están viendo en los lugares más remotos del mundo, en sitios de los que ni habíamos oído hablar, y que hay una demanda enorme de películas, más películas!... más cine!
Y casi al momento nos hacemos millonarios, y nos sumergimos en una vorágine de fiestas, amores, orgías lujos..., pero sin dejar de hacer cine. Millones de personas nos admiran mientras trabajamos en lo que nos gusta y aún nos queda tiempo para desmadrarnos.
Pues eso, allí, en aquel Hollywood quisiera haber estado, "inmortalizándome" en el celuloide mudo, siendo toda una estrella del slapstick, un genio disparatado delante y detrás de la cámara. Y los sueños, sueños son.
A mi amigo Javi Rumí, futuro gran director de cine.
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4 comentarios:
Jo, vivir esa época habría sido brutal. Dicen de Chaplin que montaba unas fiestas tan geniales como sus películas (igual exagero). Gracias por la dedicatoria, aunque te pases tres pueblos.
Hoy hemos estado acabando de montar el corto y, aunque aún quedan algunos detalles, la cosa tiene buena pinta. Como era nuestra primera experiencia de rodaje tenemos algunos fallos, pero aún así creo que nos está quedando mucho mejor de lo que esperaba. Eso sí, como ya te dije, en el corto no figuro como director. Soy co-guionista y director de fotografía. Aunque sí que he ejercido un poco como tal, para qué nos vamos a engañar. Mi ego sufrió un poco al principio cuando vi en los créditos aquello de "Una película de Alberto Fuertes", pero se me pasó en seguida porque la gratificación de ver una historia tuya rodada y hecha es superior a cualquier atisbo de egolatría. Sin duda, creo que grabaré más y más. Menuda droga esto del cine.
Un fuerte abrazo, mi gran amigo de Oklahoma.
No se, no se...y si vienen los matones de Edison a darnos una paliza?
Hello!... Algún día viajaré a Oklahoma para hacer realidad mi identificación con ese sitio.
Desde luego que es una droga, y de las sanísimas, de las fetén que diría un castizo.
No problem, ya aparecerá en los créditos su nombre como realizador o director, o como guste llamarse.
No me paso ningún pueblo en la dedicatoria porque el éxito le va a sonreír, ya lo verá, y le sonreirá con la mejor cara.
Respecto a lo de Chaplin, le recomiendo su autobiografía, es un tocho de 500 páginas que refleja detalladamente, no sólo su carrera, sino la historia del mundo, primordialmente Inglaterra y los Estados Unidos, entre la época victoriana y una gran parte del siglo XX. Eso sí, no le cita a Buster Keaton por celos profesionales, y eso que le contrató para Candilejas, aunque luego tiró de tijera porque le hacía sombra en la secuencia que tienen juntos.
Abrazos!
Había muchos más problemas, Don Director: los extremistas puritanos que les estaban jodiendo a cada rato, las autoridades de inmigración con las que tuvo problemas serios (hablo de Chaplin) por su corto "El emigrante) el acoso al que fue sometido por el comité de actividades antiamericanas, etc., etc., pero aún así creo que ese momento histórico, y en ese lugar, fue fascinante.
Abrazos!
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