La muerte no tiene edad. Los "fiambres" no celebran cumples. A los vivos se les para el reloj y el calendario en cuanto se mueren (en cuanto nos morimos) Se convierten en muertos. En cadáveres. En cenizas por la vía rápida o en huesos de cementerio. Osea, en nada.
Me hace gracia cuando leo eso de "hoy cumpliría 150 años Fulanito de Tal" Les falta añadir: "y estaría hecho una mierdecita".
Nacemos para morir y nos vamos muriendo desde que nacemos. Somos caducos, como el metro-bus. Nuestro viaje termina para que sigan viajando los millones de cuerpos que aquí quedan y los que nacerán. Este autobús no admite más pasajeros. Parodiando a Don Fernando: "Todos a la mierda!"
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Como dice el seudo-germánico chofer del bus: Supen pajen.... Grenpujen bajen...
Y es que no somos nada...menos que una frase hecha.
Efectivamente, amigo Atonau. Llegamos para irnos, y a algunos se les hace más corto que un viaje autobusero.
Abrazos!
Me recuerda aquella frasecita cachonda, Don Jesús: "No somos nada y menos en calzoncillos"
Que pasa buena noche!
Publicar un comentario