lunes, 20 de diciembre de 2010

La Gran Anita contra el Lado Oscuro

El vecino hijoputa y los testigos de Jehová hicieron una alianza para destruir a la Gran Anita, pero tal alianza tenebrosa no triunfó por diferencias irreconciliables en materia religiosa. Sus distintos entendimientos de las divinidades y los evangelios, rompieron la alianza oscura.
A partir de entonces, ambos bandos se dedicaron unilateralmente a hacerle la guerra a la Gran Anita.
El vecino hijoputa subía hasta extremos insoportables el volumen del aparato que reproducía, horas y horas, los más abominables villancicos.
Los testigos de Jehová llamaban al timbre en los momentos más inoportunos del día, amenazándola con todos los horrores del Averno. Esos eran los momentos que Anita dedicaba a uno de sus placeres más gozosos: la siesta. Los malvados testigos la despertaban cuando se sentía más orgásmica en sus sueños húmedos, retozando con machos antológicos como Forlán o Piqué.
Alzábase iracunda del lecho y arrojaba a los testigos los objetos más contundentes que podía encontrar por la habitación, con la idea de alcanzarles en la cabeza y destrozarles sus ya deteriorados cerebros. Estos corrían escaleras abajo implorando a gritos lastimeros la protección de Jehová.
Para evadirse del caos, nuestra Anita, se lanzaba en su coche a velocidad suicida por entre el tráfico rodado de la ciudad amurallada. Algún peatón inconsciente se arriesgaba a cruzar por el paso de cebra cuando Anita, a la velocidad de Fernando Alonso en una recta, aparecía con su bólido espanta-peatones. El frenazo era espectacular. En casi todos los pasos de cebra de Ávila estaban marcadas las frenadas de Anita.
Pero he aquí que, cierto día, sucede algo sorprendente y maravilloso. Tan sólo una centésima de segundo antes de pisar el freno, se percata de que el peatón temerario es el vecino hijoputa. No frena, pisa más el pedal de los aceleramientos tremebundos y... ¡se lleva al vecino hijoputa directamente al otro barrio! (a ese de Munilla y Rouco Varela)
Anita no se detiene porque sabe que ha cometido una barrabasada (que diría Fraga Iribarne) y abandona como una exhalación el lugar del crimen. Le pega un tiento a la petaca de whisky que lleva en la guantera... porque nadie le tiene que decir a ella si debe o no debe beber cuando conduce (que diría Aznar) y pone kilómetros por medio entre las ruedas de su coche y el fiambre sanguinolento del monstruo de los villancicos.
¡Oh, pero ha dejado un testigo!... Desde el ático de un edificio próximo acaba de contemplar la barrabasada un testigo de Jehová voyeur de los que se dedican a observar con prismáticos a transeúntes pecadores. "¡Es Anita la pecadora, no me cabe la menor duda!, ¡ja, ahora la tenemos cogida por los pelos del chocho!"
¡¿Condenará un juez a la Gran Anita a pasar el resto de sus días en una oscura mazmorra con la Pantoja?...!
¡¿Tendrá esa mala folla... ahora que no está el vecino hijoputa para incordiarla con sus villancicos horrísonos?...!
¡No se pierdan el próximo episodio de "La Gran Anita contra el Lado Oscuro!... (Sólo en la televisión de pago Tele Misa de Doce)

6 comentarios:

NEKA dijo...

Jajajajja esto si que es bueno jajja.
Igual se me escucha bajito pero es que estoy en silencio preparando un explosivo, ya me enteré donde vive el Jehoviano y me lo voy a cargar. Ya puestos me llevo por delante unos cuantos pssss no diga nada, si puede me mande agua que aquí escondida no llegan las tuberías.
Besos desde el lado oscuro.

Jesús dijo...

Como para hacer un videoclip

Obdulio de Oklahoma dijo...

Eso es, Anita, hay que aniquilar al testigo, ¡que no quede ni sombra de ese mala sombra!... Sin pruebas no podrán condenarla.
¡Besos desde el lado azul y grana!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Tendría que hacerlo Alex de la Iglesia e interpretarlo la propia Anita. El vecino hijoputa y los testigos de Jehová los harían afamados secundarios del cine español.
¡Saludos vespertinos en el tránsito de Otoño a Invierno, señores periodistas!

calimeroesmalo dijo...

¡ Oh ayatola!
¿ Como puede esto continuar?
Las uñas me mordería
De no ser eso una porquería
Pues tienen a Anita fichada
Por una mera barrabasada
que es atropeyar a un hijoputa
De una forma un tanto bruta
Eso lo hizo ya Farruquito
Y en la carcel no está, el cabrito

¡ Pero alguien la ha espiado!
Un vecino cabreado
De Jehova es testigo
Por su mala fé le maldigo!!
Pues quiere a Anita atrapar
Y en su secta manipular
Pero Anita es mucha mujer
Con la que te puedas tu meter
Tiene mas coraje y firmeza
que vosotros dignidad y nobleza
Y esperamos su aventuras
como de Obdulio cualquier travesura

¡ saludetes!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Oh, Calimero poeta!
un vate como Quevedo!
alguien que se tira un pedo
y lo vende a una peseta

Me rindo ante su talento
y disculpe lo del viento
de la primera cuarteta
y ahora me pica un teta,
voy a tomarme una anfeta,
Cuidado que tengo cuento!

Abrazos a grandes trazos
Mil saludos cojonudos!
Le quiero, Don Calimero
y le espero comiendo un huevo