viernes, 1 de abril de 2011

Días de oro

Los anuncios en la radio son tan pesados como en la televisión, pero es más fácil no mirar. Se me anima la mañana, me dicen que me va a ir todo bien porque estamos en los "ocho días de oro de El Corte Inglés". Si esto es verdad, juro que me apunto al club de fans de Mayor Oreja. Dicen que Gadafi está enviando mensajeros a Londres con la golosa intención de pactar una "salida honrosa" También dicen que quiere mantener a su hijo en el poder con un gobierno formado por ministros del bando de los rebeldes, y que él podría terminar pasando unas agradables vacaciones en Venezuela, a ser posible larguísimas vacaciones si tiene la suerte de vivir tanto como Santiago Carrillo. El criminal de guerra tiene mucha imaginación pero los aliados no están por la labor, que no hay tolerancia que valga con un tirano. Y los rebeldes se cabrean cuando se les insinúa que puede haber gente de Al Qaeda entre ellos. Pero la putada es que sigue muriendo gente en esas aldeas y ciudades, tanto inocentes como no inocentes, pues también mueren los servidores del sátrapa. Está claro que en Libia no tienen ocho días de Oro de El Corte Inglés, y me temo que tampoco en Costa de Marfil.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Gaddafi morira con las botas puestas, porque es una artista como usted.
Vuelva al mundo de la farandula, una persona de su talento no puede ser desaprovechada. Contrate uno de esos agentes chupasangres de los artistas, tire de contactos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Me alegra usted el día, Don Jesús. Hoy me ronda por la cabeza algo más surrealista. Si prospera, tendrá usted noticias de ello.
¡Abrazos!