lunes, 14 de junio de 2010

Magdalena

Aún no me ha llegado la invitación para la boda de Victoria de Suecia, y quedan muy pocos días, es el 19. Esta incontigencia me tiene muy nervioso porque no sé si debo comprar el regalo ya o esperar un poco por si las moscas. (¡Victoria, llama!, o déjame una perdida y ya te llamo yo)
Ya, ya sé que las monarquías tienen muy mala prensa en estas blogosferas, pero a mí me gusta Magdalena, la hermana guapa de Victoria, y mi intención es encontrarme con ella en la boda para cortejarla apasionadamente. Ahora ha roto con su novio y esto me da más confianza y una gran seguridad en mí mismo.
Yo por Magdalena pierdo el sentido, pero quiero estar con la cabeza despejada para no cometer errores. Por amor se pueden hacer locuras y de hecho se hacen. Hay quien promete hacer el Camino de Santiago a patita si su equipo de fútbol asciende de categoría. Yo prometo cruzar el Estanque del Retiro a remo si Magdalena me corresponde amorosamente. Y quien dice el estanque del Retiro dice el Estrecho de Gibraltar, me es lo mismo, como esa británica tan valiente, Roz Savage, de 42 añitos, que ha cruzado el Pacífico dándole a los remos. Toda una heroína ejemplarizante para la juventud amodorrada de hoy. Doña Roz salió de San Francisco (USA) y llegó a Papúa Nueva Guinea dos años después. Ahora dice que uno de sus mayores deseos es poder disfrutar de la comodidad de una cama. Yo también pero con Magdalena de Suecia. Una cama me puede sugerir mil contorsiones de Kamasutra si está junto a mí mi amada Magdalena.
¡Magdalena, tú nombre es tan duce...!
¡Victoria, llama!

4 comentarios:

calimeroesmalo dijo...

La verdad que harían una pareja encantadora Obdulio....
¡ Hasta que empezasen los chismorreos y los comentarios de gente mala o me pagasen para ir a Salsa Bechamel o como se llame para hablar de los entresijos de esa relación!
¡ Y luego yo tendría que comentar lo que sé de la Esteban y la relación entre esa cara besugo que ella gasta y la bajada en intensidad de las capturas de anchoas del Cantabrico!
De todas formas si me seduce a la Bollito, yo quiero una boda como Dios manda ( osea sin preservativos, heterosexual y muchos efebos para el señor cura) ¡ Y que les case Ratzinger!
¡ Un abrazo Obdulio y mantengannos informaos que la espera es igual de tensa para los demás, no se si llevar esmoquin o ponerme una pajarita ( onde ya no lo digo)!
¡ Un abrazo maestro!

Obdulio de Oklahoma dijo...

A estas horas y todavía no he recibido la invitación de boda. Gracias por sus buenos deseos, Don Calimero. Estoy por ir a Suecia y raptar a Magdalena, aún a riesgo de provocar tensión entre ambos paises, pero yo no puedo vivir sin Magdalena. ¡Oh, qué desgraciado soy!, ¡snif!
¡Abrazos, Don Calimero!

Alfonso dijo...

Como yo a la única Magdalena que conozco es la que algunas mañana me tomo con el café con leche para hacer pasar a la pastilla de la tensión arterial, he tenido que echar mano de las imágenes del "gugel" para saber como es la princesa de sus entretelas.

Y, si, es un buen ejemplar nórdico, a la que le gusta lucir canalillo por sus escotados escotes, valga la tonta redundancia.

No sé, igual los padres de Magdalena (¿Crusán e Ensaimada, quizás?) no permiten que su dulce hija se codee con un ejemplar hispano, hijo de la piel de toro como usted. No sé como dará usted con el smoking, pero me da la sensación de que por buenas hechuras que tenga la prenda el cuerpo de seguridad de palacio no iban a quitarle el ojo de encima. Y si encima le añadimos chistera, eso puede acabar como su propio nombre indica: de chiste.

Yo creo que el chandal-pantalón, la sudadera olgada y las chirukas le hacen mejor favor que los acicalamientos acharolados de la nobleza. Y a mucha honra...

Al menos, cuando se coma una magdalena, piense que es el potorro de la vikinga. Puede ser un dulce consuelo.

Saludos afectuosos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Hombre, Don Alfonso, una magdalena (o madalena) de repostería no sabe lo mismo que un potorro!... por mucho esfuerzo mental que haga...
Pues no me veo yo con smoking porque de favorecedor nada. Bueno, la verdad es que a mi no me favorece nada de lo que haya que lucir con cierto "donaire" o "empaque", y soy enemigo de chandal, jamás me he puesto uno, me parece un "uniforme". Mi atuendo se basa en vaqueros, piratas, cortos, deportivas o botas de montaña y camisetas con motivos espeluznantes, de esas de grupos de rock duro, o el extremo opuesto: Piolín y otros dibujos. No van los tatuajes, nunca me he hecho uno, pero sí tengo un piercing y llevo coleta, muy larga ya, tiene ocho años.
En fin, ¡me he retratado! Ah, también llevo gafas, como usted sabe, desde hace poco tiempo.
¡Abrazos!