jueves, 13 de enero de 2011

Un bar paradisiaco

No soy de bares, aunque hubo un tiempo en que fui un adicto al chiquiteo y el copeo. Ocasionalmente me veo en la necesidad de visitar alguno. Esta misma mañana, por ejemplo. Ha sido en un polígono industrial. Disponía de 45 minutos de libertad mientras me hacían una limpieza interior y exterior de la furgoneta (unas chicas muy eficientes, por cierto) Total, he caminado unos diez minutos, hasta un bar algo alejado, a fin de que no me resultase muy aburrida la espera. Pido un pincho de tortilla y una cocacola ligth y echo un vistazo al periódico.

¡Oh, qué gozada más grande!, jamás me había sentido tan gusto dentro de un bar en los últimos tiempos, ¡se podía respirar!, ¡increible pero cierto!... No me llegaba el humo de fumadores próximos o lejanos. No olía a humo rancio en el váter. ¡Por fin un bar para todos!
Me ha parecido que el pincho de tortilla era el más delicioso que he comido en mi vida, y la cocacola light la más sabrosa y refrescante.

Deshaciendo el camino, en busca de la furgoneta, he visto a muchos empleados de las fábricas fumando en la calle. Me ha dado la impresión de que eran zombis aterradores entregados a un ritual satánico: llenarse los pulmones de todas las porquerías que ponen en los cigarrillos los malvados magnates de las tabacaleras.

Pienso que si existe el Paraíso debe ser un lugar en donde no se fuma. Por eso en las iglesias está prohibido fumar, es para que nos vayamos mentalizando. A lo mejor me hago religioso.

10 comentarios:

Jesús dijo...

Vade retro satanas!
No te dejes engañar, bares como los de antaño jamas seran superados. Con sus humos, sus cascaras de gambas y servilletas por los suelos, el serrin, el olor a Zotal, sus moscas. La autentica tasca española.

NEKA dijo...

Mi querido Obdulio sigo pensando que la ley es exagerada y en centros centros de ocio es una gran gilipollez no dejar fumar.
Es un tanto por ciento bastante mas grande los que fuman y los que no y si se hicieron zonas de no fumadores para eso están.
Besos sin humo por salud no por gusto y ganas.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Faltan cosas en su descripción, señor periodista: sus escupitajos por doquier, su cartelito de "prohibido cantar, blasfemar y hablar de política", sus vasos mal lavados, sus fotos de toreros, su cabeza disecada de toro o de jabalí, sus clientes dando a sus retoños pan mojado en vino, su guardia civil acallando las conversaciones en cuanto asomaban por la puerta, sus borrachos pesadísimos echándote el tufo de vino a la cara... La auténtica pocilga española.
¡Abrazos, redacción!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Estoy de acuerdo con lo que usted dice, Doña Anita, nunca se lo discutiré. Ya le he comentado por ahí abajo que es una ley excesiva en ciertos aspectos. Los locales grandes nocturnos, pubs, etc., necesitan otra regulación.
Mi presente post es sólo el grito de júbilo de un no fumador ante la presente coyuntura.
¡Besos con humor! (atenta, termina en r)

Alfonso dijo...

Justo debajo de mi casa hay un bar que desde hace algún tiempo está regentado por un matrimonio chino. Aunque esto último es mera anécdota, porque los antiguos dueños eran extremeños y también pasaba lo mismo, la cuestión es que muchas veces se me quitaban las ganas de entrar a tomarme algo porque el nivel de humo de tabaco suspendido en la atmósfera era tal que no podía evitar carraspear por el picor que me producía en la garganta. Es casi un semisótano sin salida de humos y la concentración era tal que realmente me molestaba.

Ahora ya no hay humos porque los parroquianos, incluido el chino, salen a fumar a la calle. Consecuencia: alguna vez, cuando paso por la puerta, entro a saludar a algún vecino y me tomo alguna cerveza. Eso que ha ganado el chino. Y mi garganta...

Saludos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Así es, Don Alfonso, dicen perder clientela pero es lo contrario. Ganarán más público porque el fumeta seguirá acudiendo, aunque tenga que fumar en el exterior, y los que aborrecíamos tales locales por el humo, vamos a "redescubrirlos"
¡Abrazos!

NEKA dijo...

No se equivoquen caballeros que si quita clientes y eso lo puedo jurar y asegurar no solo yo si no muchos colegas hosteleros de la ciudad.
Para cuatro que no fuman preferimos a 12 que nos auman, siento decirlo así es la cruda realidad y comer y pagar los recibos se impone ante la salud pasiva.
Los que no cuentan con medios para poner terrazas con estufas se joden y lo malo que se tenga sitio, eso si el ayuntamiento feliz porque cobra mas impuestos por terrazas si te lo conceden claro, ahora hay competiciones a ver quien pone la terraza cubierta mas grande bonita hermosa para joder al compañero.
La ley de la jungla hostelera, no se hacen una idea lo que perjudica esta medida por lo pronto claro.
En fin que aún dejando el tabaco de lado sigo a favor del humo.
Besos insumisos

Obdulio de Oklahoma dijo...

Eso es ahora, Anita, a la larga va a ser mejor para la sociedad, ya lo verá, y el rebaño va a volver a sus rediles. Hubo un tiempo en que se fumaba en cines, en autobuses, en trenes, etc. (Ponga usted un etcétera muy largo) He dicho "a la larga" pero va a ser antes de lo que se espera. No olvide que el cigarro es el complemento en el bar, no el objetivo principal, la gente entra a tomar sus cañas, sus vinos, sus cafés o sus tapas, no entra a fumar, eso surge sobre la marcha, y surgirán mil iniciativas de los hosteleros para hacerles más fáciles a sus clientes la alternancia del cigarro y la consumición, esto ya se lo comenté otro día. Vamos, son ideas muy particulares mias, pero lo que no veo en absoluto es que se vayan a ir a la ruina los bares. ¡No sea usted pesimista!
En otro momento me enrollo más porque ya me reclama la obligación.
¡Besos optimistas!

calimeroesmalo dijo...

¡ Y lo que va a atraer ahora la iglesia a sus fieles los fumatas con el butafumeiro!
¡ Ya verá , ya!
jajajajajajajajajjaa
¡ Un abrazuco!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Al entrar en la iglesia, en lugar de agua bendita se fumará la pipa bendita.
¡Buenos días matinales por la mañana, Don Cali!