- Buenas tardes, señor, perdone que le moleste, ¿ha visto usted una vida por aquí?
- ¿El qué..?
- Una vida, la mía, es que no la encuentro.
- ¡Ah, que ha perdido usted la vida, ahora lo entiendo!... ¿Y ha sido por esta zona?
- Sí, de eso estoy segurísimo. Yo venía por ahí, por ese paso de cebra, y ya no recuerdo más. Creo que me ha atropellado un coche.
- Pues tiene usted muy buen aspecto para haber sido atropellado. A mi tía Gloria la pillo una vespa y quedó muy maltrecha.
- Es que yo estoy ahora de espíritu, soy algo así como un holograma.
- Ah, vale, en ese caso... Pero siento no poder ayudarle. Mejor dicho, le voy a dar un consejo: Olvídese de su vida. Lo más seguro es que el cuerpo de usted se encuentra en estos momentos en un tanatorio a la espera del funeral y el entierro.
- ¡Coño, no había caído yo en eso!... Ahora lo recuerdo, la vida ya no se recupera, te mueres y punto.
- Pues sí, así ha sido hasta hoy.
- Me ha refrescado usted la memoria, y eso que no tengo cerebro.
- No le de más importancia.
- Vaya, siento haberle molestado. Discúlpeme usted.
- Está disculpado. ¿Y qué va a hacer ahora?
- No lo sé, veré como defiendo sin envoltura carnal ni coche ni móvil.
- ¡Vaya usted con Dios!
- Ah, pues ahora que lo dice...
sábado, 19 de febrero de 2011
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4 comentarios:
Geniale, de pelicula antigua
No es más que una gilipollez.
¡Que tenga usted una buena noche y un feliz domingo!
jajajajajajaja anda que.....Ingenioso como siempre
abrazo!!!
Gracias por esas risas, Don Cali. No es más que un cachondeíto para pasar el rato.
¡Abrazotes!
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