sábado, 17 de septiembre de 2011
Cuentos de terror
En la viñeta de El Roto (El País) del lunes pasado se ve a una niña de aspecto desvalido que dice: "Mis papás me leen cuentos de terror para preperarme para la vida adulta" Otro ejemplo de la capacidad de este gran humorista gráfico para captar la realidad y devolvérnosla en forma de chiste a veces amargo. Pero en este caso, más que una interpretación peculiar de la realidad, es la realidad misma del tratamiento que se les ha dado a los niños a lo largo de la historia. A la "gente menuda" siempre se les ha asustado con brujas, monstruos y horrores de todo tipo. La literatura infantil, los llamados hoy en día "cuentos clásicos", dan sobradas muestras de ello. Eso sí, bien se cuidaron los "cuentistas" de no equivocarse en la elección de los monstruos. La personificación del terror eran las brujas y otros seres malignos, pero nunca la Santa Inquisición ni los sádicos gobernantes, corregidores, papas, obispos.... Y en Flandes aún se les asusta a los niños con el Duque de Alba, algo impensable en la España cristianizadora. Y ahora imaginen ustedes quienes son los monstruos abominables en los cuentos de terror de las buenas y piadosas gentes españolas que reciben al Papa con inmenso fervor y alegría.
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4 comentarios:
Hay que reeditar la mayoría de los cuentos, con los personajes verdaderos. El lobo, el vampiro, la bruja, no eran quienes dicen.
Esto de los cuentos infantiles es un mundo. Véanse las películas de Disney, tan dramáticas a veces.
El Roto es mi viñetista favorito. Además, me llevé una gran impresión de él hace años cuando le mandé un mail para felicitarle por su trabajo y me contestó, con toda la humildad del mundo, para agradecérmelo. Creo que tiene la capacidad para condensar conceptos de una forma magistral. No le hacen falta muchos personajes, expresiones o bocadillos enormes. A veces una cara y una línea. A veces sin la línea.
Un abrazo.
Hay algo muy curioso, Don Jesús, lo de Blanca Nieves parece que está inspirado en una historia real; los "cuentistas" no quisieron ser demasiado crueles con los niños, pues al parecer la malvada madrastra no era la madrastra sino la propia madre de la niña. A esa conclusión llegaron unos investigadores hace poco años.
En El Roto se conjuga la elegancia de la sencillez y el talento para descubrir el surrealismo que subyace en un hecho real, en fin: un auténtico genio del humor.
Buen lunes y buena semana,Don Rumí!
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