sábado, 23 de enero de 2010

Irracionalidad y espiritualidad

Lógicamente los medios siguen informando y opinando sobre el terremoto de Haiti y las grandes desgracias que ha originado. Se habla de las labores de rescate, de vigilar a los niños para protegerles de las mafias, de la limpieza de calles, del enterramiento de cadáveres, de la prevención de enfermedades, de las posibles epidemias... Todo esto parece que eclipsa o intenta borrar de nuestra memoria la reciente gran cagada episcopal, esas inoportunas y fanáticas declaraciones de "un hombre de Dios" que han levantado polvareda durante unos días.
No me resigno a que se deje de hablar de este energúmeno y su "teología", y aprovecho para transcribir un excelente artículo de Rosa Montero publicado en El País del pasado martes.

(Al pie de este post, mi primer comentario será en respuesta a la excelente crónica que escribió ayer Alfonso en el apartado de comentarios de este blog)

Así va
Rosa Montero

Cuando Lisboa fue destruída por un terremoto en 1.755, la Iglesia Católica dictaminó que era un justo castigo de Dios (¿les recuerda algo semejante derroche de compasión?) Y la obvia insensatez de esa afirmación cruel (habían muerto miles de inocentes, niños incluídos, en un país además especialmente religioso) creo una conmoción mundial y una reacción aconfesional encabezada por Voltaire. Aquel seísmo fue el comienzo de la muerte de los dioses.
Han pasado 250 años de aquello, pero la Iglesia sigue diciendo cosas igual de insensatas e insensibles. Las crudas palabras del obispo Munilla (que la pobreza espiritual de España es un mal mayor que la tragedia de Haiti) también han provocado un sonoro escándalo. Para peor, en vez de pedir excusas, el prelado se justificó diciendo que hablaba a "nivel teológico", con lo cual solidifico su error de expresión y lo convirtió en lo que sin duda es: pura y berroqueña ideología. Ah, sí, seguro que hablaba teológicamente. Sólo hundido a ciegas en el dogma puede uno tener una percepción tan deformada de la realidad y creer que la tibieza católica de los españoles es peor que el atroz sufrimiento de los haitianos y que el pavoroso colapso de un país entero: un abismo en la Tierra. Es la teología como sinónimo del fanatismo. Si Munilla quería hacer una reflexión moral, podría haber hablado de que el horror de ahora es una consecuencia del horror de antes. Haiti, ya se sabe, es uno de los países más míseros, corruptos y desesperados del planeta; la esperanza de vida no llega a los 52 años y sólo uno de cada 50 ciudadanos recibe salario. Eso sí que es pobreza espiritual; quiero decir que algo funciona mal en un mundo que permite la existencia de estos infiernos. Pero, ya ven, a Munilla y Cia. sólo parece interesarles lo teológico. Así va la Iglesia: matando ella sola a Dios con sus torpezas.

13 comentarios:

Obdulio de Oklahoma dijo...

Estimado Alfonso:
De acuerdo en que nos llega mucha información, pero una cosa es la generalidad y otra que nos lo cuente de primera mano un amigo. (¡Qué raro mundo este de Internet en el que nos consideramos amigos quienes no nos conocemos a veces por nuestros nombres reales!)
En algo parece que estamos a la par, amigo Alfonso, yo también me considero una inutilidad en informática, pero en mi caso se debe en gran parte a la desidia, soy muy "desidioso" para unas cosas y muy voluntarioso para otras, por ejemplo: con el inglés me ha dado muy fuerte y llevo ya un año dale que te dale, en plan muy autodisciplinado, sin dejarlo un sólo día.
Vamos al tema: Anteayer escuché en la radio que Estados Unidos piensa enviar a Haiti 4.000 marines más. Sin embargo hoy ha declarado alguien de la administraciónm Obama que van a intentar abandonar la zona lo antes posible. De mientras la Marina se dedica a impedir que barcos y cayucos (creo que allí les llaman "yoyas" o algo así) inicien un éxodo hacia costas de República Dominicana, Cuba o Miami. (En República Dominicana creo que lo tienen crudo por el racismo que ha habido contra ellos a lo largo de la Historia. Corríjame si me equivoco, pero en una novela que leí de Vargas Llosa, los haitianos no eran demasiado queridos por los dominicanos)
Sigo en el siguiente espacio, que no sé cuánto texto entra en cada espacio de estos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Hablaba usted de la precariedad de las viviendas, sin duda el motivo principal para que un terremoto "se salga con la suya" Mis padres fueron emigrantes en Venezuela (No lejos de ahí si exceptuamos esa masa enorme de Caribe) y me solían comentar que allí las viviendas se hacen con unos cimientos enormes que profundizan muchísimos metros en tierra. Claro que existe la contrapartida de los llamados "ranchitos", precarios "chabolos", que diríamos aquí, ubicados en laderas de montañas, al estilo de las fabelas brasileñas. También han sufrido grandes desgracias los moradores de los ranchitos. La pobreza venezolana de un gran sector de la población es latente.
Habla de que es un "gran festín" para algunos el recibir alimentos y bebidas. Quizá no lo fuese tanto si no procediesen de un estado de vida desgraciado anterior al terremoto. Anteayer leí algo que venía a decir más o menos: Una familia en la que no haya habido muertos ni heridos, y que está siendo atendida en un hospital de campaña, pueden sentirse los seres más felices del mundo"

Obdulio de Oklahoma dijo...

El terror de la pedofilia o del tráfico de órganos se extiende por Haiti. Las últimas noticias creo que hablan de 15 niños raptados, aunque podrían ser más, y hay un mogollón de chavalillos vagando desorientados por las calles de Puerto Príncipe. Dicen los crónistas que una de las razones de "obturar" el aeropuerto es para impedir que estas mafias sigan trabajando a su aire. Para tales buitres repugnantes, como para los sicópatas, parece que están hechas a medida las guerras y las catástrofes naturales. Muy triste lo que he escuchado esta mañana en la radio: una madre ofrecía su hijo, o hija, a un periodista, aduciendo que en nuestro país encontraría una vida mejor.
La tensión creada genera esas reacciones de jubilo de las que usted habla. Es un festín, desde luego, poder comer y beber bien en estos momentos, y poder ser curado de las heridas, y no digamos el hecho de ser rescatado de entre los escombros, aunque esta última posibilidad creo que ya se habrá diluido. Pero también genera las actitudes más crueles. He visto muchas fotos en prensa de chicos y hombres esgrimiendo cuchillos, de policías apuntando contra desvaliajadores de tiendas y casas...

Obdulio de Oklahoma dijo...

Estoy enterado de lo de Cuba. Castro ha permitido utilizar su espacio aéreo; en este momento no se ha dejado llevar por la inquina contra el eterno enemigo yanqui.
También he leído comentarios de que la clase rica haitiana ha salido indemne de la hecatombe. Seguro que ellos viven en edificios sólidos como los de clase media y alta venezolana. Y se habla de que los ricos haitianos no hacen mucho por ayudar a sus compatriotas. La comparación es odiosa pero recuerdo las palabras que me dijo un gallego cuando estaba yo en la cosa del chapapote: "Los de aquí no van a mover un dedo por limpiar las playas" No creo que hablase en concreto de las gentes de Muxia y otras poblaciones costeras, sino de los ricos gallegos, los señorones que votan tradicionalmente a la derechona.
De su conversación en materia de supersticiones con las gentes haitianas, y de esas referencias a los sectarios que dicen barbaridades, la reacción de los haitianos de a pie me pareció lógica. Es más de lo mismo: todos los españoles somos toreros, todos los mexicanos son mariachis y todos los chinos son gilipollas.
El relato, en muy pocas líneas, de su experiencia al ser zarandeado por la réplica más fuerte del terremoto, tiene un gran valor testimonial, aunque usted se empeñe en ser modesto y restar importancia a la crónica. En estas breves líneas dice mucho y lo dice muy bien. Es usted un formidable narrador pues me ha sabido transmitir el susto de órdago que se llevó. Yo diría que su párrafo vale por mil imágenes. Qué pena que en vez de usted no haya sido el propio Munilla el afectado. Hubiese sido muy divertido verle dando botes por el suelo, haciéndose un lio con los faldones, a ver si después nos decía que el terremoto es poca cosa en comparación con la tibieza espiritual de los españoles.
¡En donde esté un "¡cagüendió!" dicho con toda la gracia y salero de un andaluz...! Porque con el cliché de los andaluces salerosos sí estoy de acuerdo.
¡Un fuerte abrazo, Don Alfonso!

NEKA dijo...

Desde luego no es para menos no dejar de mentar las sancedes de Munilla. Y que aún algunos digan que no grrrrrrrr me puede la indignación, no me vale esa escusa.
El articulo de Rosa Montero EXCELENTE. Zas en toda la boca.
Besos enormes

Anónimo dijo...

Tambien es una cuestión cultural, en el Japón hay mas terremotos que en ningún lugar, por eso construian las casas con cuatro maderos, bambun y papel.
Lo de Munilla tiene una explicación mas proxaica, se paso con el vino de misa.

Alfonso dijo...

Amigo Don Obdulio, un saludo cordial.

A veces no hace falta conocerse personalmente para sentir afecto por aquellas personas que comparten ideas y pareces parecidos (valga la redundancia). Creo, incluso, que ese compuesto de anonimato físico llega incluso a ayudar a que la relación se establezca como más sincera y fluida. No quiero decir que nadie vaya a sentir repulsión del otro, desde el punto de vista de la apariencia física, pero si es cierto que muchas veces cuando se establece contacto, y a partir de ahí, a convivir, empiezan a surgir los prejuicios y mandangas varias que tanto nos caracteriza, como tics que inconscientemente utilizamos en defensa de reserva y temores atávicos.

Coincido con usted en lo “bueno” que puedo ser para unas cosas y lo “negado” que me siento para otras. El ordenador lo uso para asuntos muy concretos de mi trabajo y en casa para distraerme, pero no me pidan que entre en sus tripas porque no soy un buen cirujano informático.

El asunto de la presencia masiva de militares USA en Haití. Yo me hago un pensamiento muy simple en esta cuestión. Haití necesita toda clase de ayuda, de acuerdo. El potencial norteamericano, aparte de otros países, puede proporcionárselo, de acuerdo. La masiva presencia militar puede disminuir los riesgos de organizaciones de bandas locales dedicadas al pillaje y el bandolerismo, de acuerdo. En definitiva, podemos deducir una serie de “beneficios” inmediatos. Pero mucho me huelo que esto pueda ser una especie de “revival” del famoso “Plan Marshall” de reconstrucción y, con esa excusa, crear una base militar en ese portaaviones natural que representa la isla antillana. Esta cuestión le interesa vivamente a los halcones norteamericanos. Por otro lado, me consta, y eso es significativo, que a pesar de la masiva presencia humana éstos militares no se molestan en retirar ni un solo cascote.

Dominicanos y Haitianos han tenido siempre la clásica rivalidad de dos pueblos que comparten un mismo espacio natural. Está lleno de tópicos, pero estos se hacen especialmente peliagudos cuando son mantenidos por gentes con un nivel cultural general más bien escaso. ¿Hasta qué punto la presencia haitiana en la República Dominicana puede ser un problema? Pues como en todos lados: Dependiendo de la mayor o menor conflictividad que su presencia signifique. Los dominicanos tampoco van muy sobrados y, ciertamente, pueden surgir problemas. Esperemos que el sentido humanitario de los segundos sobre la gran desgracia del país vecino les haga ser menos prejuiciosos.

Alfonso dijo...

El espíritu solidario se hace más patente en quien alguna vez sufrió carencias que en el que nunca las tuvo. Eso pasa aquí, en Haití y en la Cochimbamba. Existe un refrán cierto, como todos los asertos de la experiencia popular, que dice “que nadie escarmienta en cabeza ajena”. Y así es. El rico, con sus recursos y cuidados, no sólo desea conservar lo que tiene, sino que además evita tener que compartir, o siquiera, ayudar a quien nunca tuvo nada, y, encima, menos que nada. El que está acostumbrado a mojarse no sólo no usa paraguas sino que además se quitará la chaqueta para que te cubras tú la cabeza. Pero el que no está acostumbrado a mojarse y además usa paraguas, ni siquiera sale a la calle. En una cuestión de condición, y esta se crea por las influencias educacionales recibidas, bien sea en la familia, en el colegio, o en la propia calle. Claro que siempre hay excepciones, gentes que son capaces de salir y superar sus circunstancias de vida, rechazar las comodidades gratuitas que le vienen dadas y lanzarse a la ayuda de los demás con tesón y sacrificio desinteresados, pero son las menos. Por eso opinaba el otro día, que si Dios existe y ha de escoger a los mejores le importa una higa en lo que crees, lo que practicas, las estampitas que puedes tener en un blog, los tropecientos rosarios que hayas rezado, si eres el más incrédulo de los mortales o si te cagas en él cada día. En todo caso, creo que Dios nos prefiere íntegros, completos, con nuestras humanas virtudes e imperfecciones.

Don Obdulio, no pretendo hacer Teología barata con ese tipo de opiniones, pero creo que los seres humanos nos hemos complicado excesivamente la vida inventando cuantiosos dioses y preceptos de obligado cumplimento para poder acceder al paraíso, sea este cristiano, judío, musulmán o de cualquier otra religión. Y así nos va. Nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestras humanas cualidades (todas, sin excepción, incluidas las que menos nos gusta) y empezamos a jugar a querer ser santos, entrando en ese terreno tan espinoso y resbaladizo como es la esquizofrenia paranoica que conlleva las posiciones sectarias y excluyentes, cuando intentamos dividir la realidad y hacemos de la misma una sola interpretación.

Alfonso dijo...

La vivencia del temblor de tierra fue en extremo desagradable. Aparte del vapuleo físico que recibes se te instala en el estómago una extraña sensación de náusea, quizás motivado por la impotencia de que no puedes hacer nada por evitar el riesgo vital real que estás sufriendo. Yo tengo ya unos cuantos años y mi cuerpo va perdiendo la fuerza y agilidad de antaño, por los que los aproximadamente 30 segundos que duró esta réplica se me hicieron eternos, máxime cuando estás recibiendo una serie de golpes producto de un violento movimiento de vaivén, convirtiéndose el suelo, al mismo tiempo, en una gigantesca superficie vibratoria. Rebotas de un lado a otro como un balón de rugby (que cosas, esa es la comparación que hacía). Tu cara, pecho, estómago, pubis (sobre todo el pubis), rodillas y pies chocan repetidas veces contra el mismo sin saber que hacer para evitarlo. Al contrario, todo lo que pueda estar suelto, como piedrecitas y otros materiales, saltan hacia arriba y notas como recibes los impactos, sobre todo en aquellas partes del cuerpo libre de ropa como la cara y brazos. Cuando acabó, a los pocos segundos de comprobar que el baile había concluido, no pude levantarme por mí solo, era incapaz, estaba agotado y dolorido. Tuvieron que cogerme de los brazos dos chicos cubanos que pernoctaban al lado nuestro para poder ponerme en pie. Observas en el aire una polvareda en suspensión, motivada por la gran sacudida, como si la Tierra se hubiese tratado de una gigantesca alfombra sacudida por unos brazos ciclópeos.

Tras las naturales preguntas de cómo nos encontrábamos y si había algún herido entre los cooperantes del entorno inmediato, suele dar lugar a la descarga del estrés acumulado por la tensión a base de las consabidas bromas y las risas, más o menos nerviosas, que eso provoca. Yo me quejaba de mi pubis y el dolor genital que me producía (aun no me había dado prácticamente cuenta que tenía el metacarpo derecho dislocado) y empecé a comentar que, a consecuencia de eso ya veríamos si al regresar a España tendría que pedir ya la pensión por invalidez. Reímos todos de buena gana pero con un fondo de amargura infinitos, ya que tanta gente no podía hacer lo mismo unos días antes, en el primer gran temblor.

Pues si, amigo Don Obdulio, ojalá hubiese estado allí el obispo de marras. O la Conferencia Episcopal entera, con Rouco a la cabeza. Y no paran estos fanáticos religiosos. Aquí les dejo la dirección de YouTube que he encontrado para que vean hasta que extremos estos carroñeros “espirituales” son capaces de usar la desgracia ajena en beneficio de sus prédicas. Es de una sinvergonzonería sin límites. Hay que ser un verdadero enfermo mental para hacer una cosa así.

http://www.youtube.com/watch?v=CLtfKULOqX8

Bueno amigo, hasta aquí por hoy. Tengo a las dos perrillas encima mío y por no echarlas me está costando un huevo seguir tecleando. Seguimos en contacto.

Un saludo para usted Don Obdulio, Anita, Jesús, Calimero, Jhonny y cuantos amigos se asomen por este foro, incluidos los meapilas, que también lo hacen para ver las nuevas perversiones que nos ha inspirado el diablo. Que risa tía Felisa.

calimeroesmalo dijo...

El texto que ha puesto en el encabezado de ROSA MONTERO lo describe todo muy bien.
La Iglesia lleva años cargandose buena parte de las desgracias acontecidas con sus comentarios. Es como si no hubiesen tenido suficiente con crucificar al hijo de Dios que quieren seguir haciendolo con todo bicho viviente.....
De Alfonso decir que observé con rabie e indignación sus comentarios cuando decía que iba a irse a Haití en el blog de la Guerrera, aguantando encima las burlas y puyas de 4 meapilas de pro.
Decir que las cosas pintan feas en Haití es evidente pero con la forma excepcional de narración de Alfonso , jamás había vívido una experiencia y sentido tanto como leyendote.
Es como cuando coges un buen libro ( aunque en este tema Alfonso nos cuenta algo desalentador) pero lo hace de tal manera que te sumejes en ello.
Espero que la puñetera iglesia acabe por extinguirse tarde o temprano, a la vista está que la juventud ( y los que vienen apuntan mejores maneras en esto) pasan de la iglesia como de comer cristales.
Un abrazo gente¡¡
pd- Ya esta semana me operan Obdulio y es probable que esté un tiempo sin poder entrar ( que igual luego no) y me jode no leeros pues disfruto muchísimo la verdad. En este blog hay mucho nivel.
¡ Un abrazo enorme a todos y que os vaya todo genial!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Igualmente besos enormes para tí, Anita!... ¡Joder, le estoy enviando más besos a vos que los que le di a mi mujer cuando estuve casado!
¡Hala, más besos!
¡besos con membrillo y queso!
¡pues eso!

¡Esa es una teoría nueva, Don Jesús, la cogorcilla de Munilla con el vinillo de misa!
Cordiales abrazos desde el anochecer del domingo.

De acuerdo con lo primero que expone, Don Alfonso. En este caso la distancia no es el olvido, sino el reconocimiento y el respeto.

Entiendo que los marines "no se manchen las manos" currando, ellos son la policía del mundo, algo parecido al gorila de discoteca que no esta ahí para lavar vasos.

La República Dominicana puede entender la desgracia del país vecino pero la paciencia (léame solidaridad) se pierde pronto. Espero que al menos contribuyan a ayudar en lo principal.

De acuerdo también en que la búsqueda de la santidad lleva a la esquizofrenia, y tantos rituales, rosarios, novenarios, viacrucis y demás monsergas conducen al gilipollismo absoluto.

El sentirse volteado por el movimiento de tierra (hace usted otra excelente descripción) vendría bien para los ejercicios de astronautas. Podrían inventar simuladores de terremotos, pues a lo mejor les sorprende alguno en esos planetas que desean explorar. También les vendría bien a los obispos y demás clérigos reaccionarios. ¡Que el terremoto te de unos buenos tumbos, Munilla, y luego me hablas de "tibieza espiritual", capullo! Por cierto: No sólo los marines no se manchan las manos desescombrando, tampoco la Iglesia ha enviado a sus "efectivos" a Haiti, que yo sepa. Hoy en día los "misioneros" son laícos y están agrupados en ONGs.
¡Abrazos!

Ha puesto el dedo en la llaga, Don Calimero. La Iglesia no se extinguirá jamás, aunque la Iglesia del 2.050 bendiga los preservativos. Han conseguido mantenerse dos milenios y les crecen los adeptos, a pesar de la merma de vocaciones seminaristas. Su secreto está en coquetear con el poder, aunque este en ocasiones le haya dado alguna patada en el culo, pero es una cortesana muy insistente.
¡Que la operación sea un éxito!
¡Mucha suerte, Don Calimero!
¡Abrazos!

NEKA dijo...

Alfonso cada vez que nos cuentas algo es aún mas crudo y no dejo de emocionarme. No es fácil quitarse esas imagenes de la cabeza y mas cuando lo has tenido tan cerca.Estoy acostumbrada por mi profesión a ver de todo pero esto no es comparado. No se si lo hubiera soportado.
Un gran abrazo
Obduliio yo tan contenta de esos besotes jejej al menos su ex siendo su ex no se enfadará si se entera jaja.
Besos grandes

Obdulio de Oklahoma dijo...

No se entera. Ella es una persona muy seria y no frecuenta estos mundos blogosféricos desmadrados.
¡Besos del formato que usted elija!