martes, 25 de enero de 2011

Ecuador sin "fiesta"

Con un poco de suerte se acaban los toros en Ecuador, o mejor dicho: las torturas públicas de toros. Quieren adelantarse a España. También han pensado en suprimir las peleas de gallos, otra animalada creada por humanos. El presidente Correa ha decidido someter a referendum la eliminación de la violencia en todas sus formas y la defensa de los derechos de la Naturaleza, y es que la nueva constitución otorga derechos a "Pachamama", la Madre Tierra y sus habitantes.
Y los taurinos están que echan chispas porque allí se celebran corridas en 190 localidades. Dicen que es "un atentado contra su cultura y su libertad", la misma cantinela que en España. Los más mostrencos de la sociedad hablan de "cultura y libertad" cuando les quieren quitar su fiesta de tortura con música.
Y Don Milton Calahorrano, presidente de la Unión Nacional de Espectáculos Tradicionales (ya salió lo de la tradición) dice que "no hay debate en la sociedad, hay una decisión arbitraria de un gobierno" Y el más "cultural" de todos, un tal Carlos Juance, ganadero de toros (faltaría más) sostiene que se trata de "un ataque a las raíces españolas" porque "el gobierno sólo defiende a los indígenas y a lo ancestral de nuestro pueblo" ¡Qué rabia, el gobierno defiende a los indígenas y está en contra de la salvajada que les regalaron los civilizados conquistadores! Desde luego, qué gobierno más antipático y antiespañolista, ¡parecen catalanes, collons!



¡¡Oh, Berlusconi!!

En Italia no hay fiesta taurina pero tienen a Berlusconi. Y lo malo es que no cuentan con una izquierda fuerte que pueda abolir las fiestas de Berlusconi. Il Cavalieri es como un toro, que diría Jesulín.
Contra Berlusconi está la Conferencia Episcopal Italiana, pero la Conferencia Episcopal Española no se pronuncia en contra de los toros, sólo ha declarado la guerra a Zapatero, y eso que Don ZP no organiza fiestas con prostitutas, y mucho menos con prostitutas menores.
Don Berlusconi legisla muy duramente contra los emigrantes y las prostitutas, pero luego monta sus chochifostios verbeneros con prostitutas menores emigrantes, y además hijas de Alá.
El Papa está que echa fuego por los ojos, y es que el señor Papa interpreta la vida de otra manera, sobre todo sin mujeres, que son sus cardenales y él los que llevan las faldas, aunque entiende que haya ovejas clericales descarriadas que se lo hacen con niños.
La Iglesia ve la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el suyo propio.
Don Rajoy y Don Zapa no montan escándalos sexuales porque son muy monógamos. Se lo está perdiendo Don Rouco porque eso daría para una movida de tres pares de cojones en La Castellana y un montón de debates en La Caverna. Y para celebrarlo... ¡todos a los toros!

4 comentarios:

Jesús dijo...

Lo que le falta a España es un Berlussconi, autentico político de verdad, sin hipocresias.
Lastima del malogrado Jesus Gil, si por menos Laporta fuera español.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Mejor un Mussolini, ¿no?, porque un Franco queda como muy feucho y canijo en las fotos, y hoy se valora mucho la estética.
¡Saludos mañaneros, titánica redacción!

calimeroesmalo dijo...

La verdad que me sorprende lo de Ecuador...
¡ Con la de toros que debe haber por allí!
Es más, recuerdo ver un programa de allí que se llamaba LAURA y acudía gente a mocharse, gente que era infiel y tal y siempre aparecía por sorpresa el marido ( que había engañado a su mujer) y lo sujetaban dos gorilas pa que le pegasen , la amante y la mujer.
¡ Y como le corneaban macho!
¡ Daban la vuelta al ruedo, le cortaban las criadillas y se llevaban las orejas de recuerdo!
jajajajajjaa
Dicen que Zapatero va a hacer como Berlusconi para ganar en popularidad ( jejjee, ¿ Pillas? Popularidad, si es que en el fondo soy un cachondo...) Y ha mandado a sus hijas de relaciones públicas...
¡ No sí cuando se pone zapa, la lía aún más!
Aún así, tiene un auge en las encuestas entre la población Emo y Gotica!
¡ Abrazotes!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Lo barrunto, usted terminará casándose con una hija de Zapatero o follando con las dos. ¡Que lo veo venir!
¡Abracetes simpatiquísimos!