jueves, 6 de enero de 2011

Vuelo de regreso

Manchester-Alicante
5 de Enero

Para hoy y mañana se anuncian temperaturas de -5 y -6 grados en Manchester. Ayer hubo una fuerte nevada. Hoy llueve. Despegaremos con lluvia intensa.

Gran novedad: Se habla español por la megafonía del avión. Debe ser sólo para mi porque no he detectado ningún español entre el pasaje. Sólo veo jubilatas ingleses.

Otra novedad: Hay tres "azafatos", dos jovencitos morenos y un rapado, y una sola azafata, rubia, delgada y de boca grande.

Tercera novedad: Estoy solito en mi fila de asientos, el avión no va lleno, lo que significa que no molestaré a nadie cada vez que me levante para ir al váter, cosa frecuente por razón de mi vegija hiperactiva.

Nos explican las medidas de seguridad que hay que tomar en el caso de que la cosa se ponga jodida. Hay un chaleco salvavidas debajo del asiento por si nos caemos al agua. También hay cunas flotantes para bebés.

La azafata rubita y delgada me dice que ponga la riñonera en el suelo para el despegue. El avión ya ha empezado a moverse. Oscuridad, lluvia y viento ahí afuera.

Tras el trepidar de motores, que tanto angustia a los que tienen miedo a volar, nos elevamos de la pista sobre las 6'50 hora inglesa. (No lo sé con exactitud porque llevo el móvil apagado)

El viento nos pega unos sopapos bien fuertes. Se me ocurre un pensamiento macabro: Si nos pegamos la hostia aérea, a lo mejor encuentran este bloc entre los restos y se publica el cacho de post en los periódicos. Así mis amigos blogueros podrían leer el post hasta la "interrupción"

El viento es más moderado. Sobre un colchón de nubes, aún grisáceas, empieza a verse amanecer. Tonos de cielo azul oscuro y rojizo entre nubes negras.

Desaparecen las nubes próximas. Distingo varios nucleos de población ahí abajo, muy iluminados. Alguna estrella en el cielo, pocas. Otra vez volamos sobre nubes, pero a lo lejos siguen viéndose poblaciones intensamente iluminadas de "amarillo auto"

Ya podemos desabrocharnos el safety belt. El paisaje que viene a continuación es fascinante y no exagero. El azul del cielo es más claro, pintado de nubes largas, como rayas negras, en la parte más baja de la bóveda, y otras de tonos que van del ambar al rojo más vivo.
Cruza sobre nosotros un reactor dejando una estela negra. Poco después, a nuestra izquierda, veo volar a otro aparato. Abajo hay una ciudad grandísima, ignoro cual será, ¿quizá Birmingham o Bristol?. Trazando una línea recta sobre el mapa, entre Manchester y Alicante, me sale Birmingham. Tardamos un buen rato en dejarla atrás.

Otra vez el colchón de nubes, ahora más abajo porque hemos ascendido. Sigo saboreando el paisaje mientras me como un Bacon Baguette y bebo una diet pepsi. Un trozo de mar, un río muy ancho, el rojo del cielo...

El auxiliar de vuelo rapado, siempre sonriente, me recuerda uno de los personajes de "Aterriza como puedas"

Se nos cruza otro avión, ahora por abajo. El Sol inicia su ascenso rutinario. El cielo se transforma en "azul cielo" rápidamente. Abajo, el colchón nuboso, ahora es blanco. Otro avión, paralelo a nosotros, en sentido contrario. ¡Hay mucho tráfico aquí arriba!... Meneítos de viento.

Sol radiante. No sé el tiempo que hará debajo de las nubes. Paso un ratillo sentado en el trono del váter. Describimos un giro amplio y suave hacia la derecha.

He dormido un rato. Cumbres nevadas muy abajo. Los Pirineos se nos ofrecen en maravillosa panorámica. Después un anchísimo y larguísimo suelo nuboso.

Una ligera apertura entre nubes me descubre el Mediterráneo. Viento racheado aquí arriba. Ahora se ve gran parte del mar, el Mare Nostrum de los antiguos, de cuando sólo había pájaros y nubes aquí en lo alto. Un "barquito" desde mi atalaya , quizá un ernorme carguero.

El sol cegador deja un ancho pasillo dorado que viene desde la lejanía del mar hasta la costa levantina. ¡Playas las de Levante!, ahora las veo. Me he perdido Valencia capital, que en otros viajes sí la he visto.

Ahora ya estamos descendiendo hacia Alicante. La rubia delgada me recuerda lo de la riñonera en el suelo. Bellísimo paisaje aéreo de Benidorm. Mar y mucho mar, los barcos cada vez más cerquita.

Sobrevolamos una playa, una urbanización de chalecitos, una autovía y... ¡tocamos brúscamente la pista!... El aterrizaje no ha sido muy suave que digamos.

El avión se detiene a las 22´09, hora española por el reloj de mi móvil. La hora oficial de llegada era las 22´15.

Y ahora a coger el autobús que me lleva a Murcia.

A modo de epílogo:
En el aeropuerto de Manchester no vendían prensa española. En el aeropuerto de Alicante he contado hasta 17 periódicos ingleses distintos, prensa seria, amarilla, deportiva, de colorines... de todo. ¡Hay que aprender inglés, la oferta es muy variada!

8 comentarios:

Jesús dijo...

Estas hecho ya un gentleman, solo te delata tu acento a lo ovejuno, como de muchachada nui

Teté dijo...

Y yo me pregunto... ¿Saliste a las 6:50 y estaba amaneciendo, asi que era por la mañana... y llegas a las 22:10? Hummmm, that's suspicious!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Hello, señor periodista!... Siento no poder opinar porque no sé qué es eso de "muchachada nui", aunque me suena a algo televisivo. Ya sabe usted de mi escaso o nulo interés por la televisión.
¡Abrazos!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Oh, me pillaste, Teté!... ¡¿En qué estaría yo pensando?!... 10'10 por supuesto.
¡Besos!

calimeroesmalo dijo...

Al menos ya te tenemos de regreso!!
OLEEEEEEE!!!!!!!!!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Jo, Don Cali, la exclamación taurina no me gusta!, ¡je, je!

NEKA dijo...

Según describe los vientos, los cielos y tanto cruce de avión por arriba mas pánico me entra a volar.
Una hostia aerea que se toma con humor agggg solo de pensarlo se me pone la piel de gallina.
Curioso prensa inglesa en España de toda clase y allí ninguna si curioso.
Bienvenido de nuevo besos anti-aereos

Obdulio de Oklahoma dijo...

Es mejor viajar sin miedo que con miedo. Si el avión se da la hostia, es igual para todos.
¡Besos voladores Murcia-Avila!