sábado, 23 de julio de 2011

Ahora en Oslo

Seres humanos que matan a otros seres humanos, constante histórica y motivo de pesadumbre para el "rey de la creación", usted y yo, pero no nos avergonzamos, ya estamos habituados a ello. Lo estudiamos en los libros de historia, lo vemos en los telediarios y, con un poco de mala suerte, también nos toca ser víctimas.
Instinto de matar, odio, venganza... pero siempre enmascarado en credos políticos y religiosos, y cuando no en ideales más elevados: conquistar las tierras del vecino, su oro, su petróleo...
Existen dos tipos de hijos de puta entre los que quieren que todos nos vayamos al carajo: los inofensivos y los ofensivos. Entre los primeros tenemos a los obsesionados con que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Estos no matan, sólo hacen el imbécil. Desde que era un niño a esta parte "he asistido" a un montón de fines del mundo. Son el hazmerreir de la gente sensata y los tocacojones de los temerosos e ignorantes. Y en el caso de que algún día acertasen, por eso no dejarían de ser el hazmerreir de la sociedad. Y ellos no tendrían tiempo ni ganas de reirse.
Los ofensivos son los peores, obviamente, los culpables de que a usted se le haya muerto algún familiar en los trenes de Atocha o que su abuelo siga sin aparecer, sepultado en una fosa común tras ser fusilado por el delito de ser rojo, azul o amarillo limón.
Ahora ha tocado en Oslo, la capital tranquila de una ciudad pequeña y tranquila, aunque también allí se crían monstruos. La matanza ha sido descumunal y casi todos los muertos son adolescentes. El aberrante asesino tiene la etiqueta de "integrista cristiano" o "ultraderechista" La isla de Utoya, un nombre que sonará mucho estos días, se ha teñido de sangre por el afán asesino de un energúmeno, de otro energúmeno más. No tardaremos en recibir más noticias de la barbarie humana. Sólo hay que esperar... un poco.

4 comentarios:

Jesús dijo...

Asi es, enemigos de la vida hay un motón, y muchos mas enemigos de que vivan los demas dignamente.

Alfonso dijo...

Joven, 1,90 de alto, rubio, guapo y de buena planta. Y en vez de dedicarse a follar como un descosido se dedica a matar gente como un descerebrado. Hay que ver que mal eligen los dioses a sus representantes. Aunque seguramente éste era un dios con muchísima mala leche, sino no se explica.

De acuerdo con lo que dice Don Obdulio. Como este nórdico visionario existen a miles enrolados en todas las religiones del mundo. Menos mal que no todos disponen de armas y de los huevos que hay que tener para, en el fondo de sus paranoias, hacer una cosa así. Para todos esos les queda el consuelo de las profecías apocalípticas.

No suelo jugar a las loterías, así que tengo claro que en 2012 con mayor razón no compraré ninguna participación de Navidad. Para qué, si el día antes se irá todo al carajo, ¿no?.

Saludos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Bueno, si compra la que va a tocar me la regala a mi, Don Alfonso. Bienvenido por su reaparición en este humilde y demencia blog!
En lo demás estamos de acuerdo, las religiones son pocilgas en las que se refocilan en la mierda las gentes de mal fario, las religiones y en los partidos extremistas.
Un abrazo!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Buenos tardes, Don Jesús, la vida es bella para los supervivientes, qué remedio!