miércoles, 2 de septiembre de 2009

Criaturas

No saben quién fue Gandhi ni quién es Charles Manson. No tienen ni puta idea de la vida. No están informados ni educados. Son incultos integrales, burros, zoquetes, parias, zopencos, merluzos... Pero matan. Ya matan. No les ha dado tiempo a conocer la historia o la geografía de su país. No entienden los conceptos tolerancia o responsabilidad. Ya matan.

Son jóvenes, cada vez más jóvenes, adolescentes, incluso niños. Su escala de valores se reduce a tener colegas o a agredir a enemigos. La sociedad entera es su enemiga. Y pasan de la agresión al asesinato con una facilidad pasmosa.

Los tenemos a diario en titulares de prensa. Son el producto más horripilante de esta confusa sociedad, más absurdos que los terroristas o los integristas con sotana. Nos los cruzamos por la calle minutos antes de que asesinen.

15 comentarios:

Obdulio de Oklahoma dijo...

Jesús, Gramático Pardo, Alfonso... Un amigo anónimo os ha dejado comentarios en el post de abajo.
¡Feliz jueves!

Alfonso dijo...

Muy cierto, Don Obdulio. Hay niños que te clavarían un destornillador entre las costillascon la misma sangre fría con que después se comerían una hamburguesa. Pero, ¿estos niños nacen así, o se hacen? ¿Sólo ellos son los responsables de sus poco sociables actitudes, o reciben una inoculación soterrada de los miserables y decadentes valores que se observan cada vez más en tantos ámbitos de nuestra muy tecnificada y salvaje sociedad de consumo?

Hemos pasado de la hostia y tente tieso por cualquier nimiedad a la tolerancia y dejadez más absurda. Por poner un ejemplo, en mi niñez y primera juventud, si después de recibir una tanda de hostias por parte del profesor (muchas veces por impotencia del mismo, no por la importancia de la causa) y llegabas a casa y lo contabas, tu padre te volvía a medir las costillas con el cinturón por entender que tal castigo seguro que era merecido, y ahora soy yo quien te proporciono el postre. Hoy día, un crío llega a casa y cuenta que el profesor le ha dado una colleja (aunque sea mentira y, en todo caso, el pobre hombre sólo le haya levantado la voz), y se presenta en el colegio toda la familia de la criatura a linchar al profesor, sin escuchar ningún tipo de explicación. Y, como este ejemplo, podemos añadir cuantos queramos en muchos otros ámbitos de las relaciones niño-adulto.

Esta primorosa sociedad que tenemos nos educa para ser competitivos, triunfadores, aparentar, aplicarse la filosofía del tanto tienes, tanto vales. Y si para conseguir todo ésto tienes que avasallar, extorsionar, mentir, embaucar... y, si hace falta, matar, pues se mata y aquí no ha pasado nada...

No hemos sabido encontrar la virtud del termino medio. Acabamos con ciertas situaciones de abuso, pero se crean otras al mismo tiempo, peores, si cabe, que las anteriores... Toda la vorágine informativa que recibimos (sobre todo los infantes) es mal digerida y peor asumida. Los métodos didácticos de aprendizaje racional brillan por su ausencia. Y hasta los intentos de enseñanza laica, liberal y de respeto a los derechos humanos son atacados por la caterva de siempre.

Cuando el adulto no da ejemplo de equidad racional, y desprecia la influencia de los sentimientos y emociones bien dirigidos, los niños mal imitan estos mismos comportamientos, con las consecuencias que todos ya conocemos.

Saludos.

Obdulio de Oklahoma dijo...

Buenas tardes a las puertas de un fin de semana más.
El humanismo está en retroceso. Las fuerzas cavernícolas imparten educación para la ciudanía en chino mandarín o en arameo.
En esos tiempos a los que usted alude los valores eran reaccionarios, constituían la simiente del regimen para fecundar a los hijos de vencedores y vencidos.
Hoy en día imperan los valores del comercialismo salvaje. No importa enseñar a los chicos a ser mejores personas, sino mejores especialistas y consumidores. Hay rebrotes de machismo y religiosidad integrista hasta en donde se creían superadas estas lacras. La ignorancia y el desdén por la cultura parece que nos lleva a otro medievalismo: No a la llegada del hombre a la Luna, no al Holocausto, no a la evolución de las especies, no al cambio climático, no a los anticonceptivos, no al aborto, no a la cárcel para "líderes carismáticos"...
La cerrazón mental, el dogma y las creencias estúpidas campean a sus respetos entre la mayoría papanatas.
No se educa, se enseña a tomar apuntes para adquirir una especialización en una técnica determinada y seguir siendo ignorantes en todo.
No se enseña a vivir la vida, sino a despreciar la vida.

NEKA dijo...

Se ha pasado de un extremo a otro.
Antes regañabas a un enano de estos y se callaba y ahora te sacan algunos la navaja y te dicen, calla tía. No entiendo que gen se ha trasmutado y hace que sus cerebros sean retorcidos y asesinos. Me da tanta rabia y hasta pena de que cada vez son mas jóvenes los que cometen verdaderas atrocidades y para algunos un arma es su juguete.
Penoso Un saludo

calimeroesmalo dijo...

Lo que dice Alfonso es verdad en el sentido de que los tiempos han cambiado pero también es cierto de que hoy en día los profesores no deben poner la mano encima a los niños.
Para eso ya deberían estar los padres. Considero justa una reprimenda y un aviso y un pertinente castigo en clase incluso pero no alzar la mano y menos ante los demás miembros de la clase así como jamás debe permitirse que un crio alce la mano contra un adulto.
Del mismo modo veo inmensamente absurdo por no decir soberanamente gilipollas, que tu pegues a tu hijo una soberana ostia en la calle y puedas perder su custodia si te demanda un transeunte.
Es una especie de debate sobre han mejorado las cosas con respecto a los tiempos de antaño pero en otras cosas nos hemos pasado de libertades.
Lo de siempre, amos.
Un saludo a todos¡¡¡

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Coño, Don Calimero, bien hallado!
Hablamos de extremos, desde luego, antes la educación en las aulas estaba controlada por la tribu de "la letra con sangre entra", tanto religiosos como "seglares", y a mi creo que me tocaron los más hijos de puta. De todas formas no estoy de acuerdo en que nos hayamos pasado de libertades. No hay "libertades", hay Libertad, la hay o hay opresión. Y dentro de esa libertad debemos aprender a educar a los pequeños. Lamentablemente no tengo la fórmula.
Señor Calimero, le recomiendo mi post: "Todos en fotos" Ya me contará. Está un poquito más abajo.

¡Hola, Anita!... Y bienvenida a este chigre de despropósitos, aunque hoy la cosa va un poco seria. Tienes razón, es penoso, pero tenemos que racionalizarlo un poco, pienso que hay una inmensa mayoría de chavales que no están en esa onda.
Ya te conozco, Anita, por los blogs de Calimero y Jopo (este, por cierto, ha vuelto) y estamos catalogados dentro de la misma tribu por el "reverso tenebroso", tú eres "la vieja" y yo "el subnormalito profundo" ¡Ja!
¡Besos!

Obdulio de Oklahoma dijo...

Anita, he intentado dejar un comentario en alguno de tus blogs y no he podido. Me lo explicas, gracias.
Aquí, en mi blog, te he dejado comentarios bajo dos posts.
¡Besos!

Alfonso dijo...

Por supuesto que no estoy a favor de los castigos corporales como ejemplos de corrección. Bastante tuvimos que aguantar, los de mi generación, los abusos continuados del reaccionario profesorado de entonces (salvo muy honrosas y rarísimas excepciones), y la escasez de luces de nuestros padres, influenciados por un sistema político y social que ensalzaba y fomentaba el castigo corporal (y psíquico) como medidas de contención en general, y de la natural rebeldía infantil en particular. Ya he comentado por ahí que no oigo bien por el oído izquierdo pues lo tengo muy dañado de los tortazos que recibía, sobre todo, de un tal padre Escudero, un cura santanderino que utilizaba una depuradísima técnica para acertar de pleno allí donde quería hacer daño. Llegué a sangrar varias veces. Espero que esté en aquél infierno que predicaba y le hayan asignado un diablillo cojonero que le vaya dando un par de buenas hostias cada cinco minutos.

Nunca he pegado a mis hijos y se me revuelven las tripas cuando, casualmente, veo a alguien hacerlo con su vástago. Aunque hoy día cada vez se ve menos en la calle ese tipo de comportamiento. Los tiempos han cambiado y, a pesar de las muchas deficiencias, hemos avanzado en la eliminación de las situaciones injustas y vejatorias, sobre todo sobre la población infantil.

Seamos optimistas y creamos en nosotros mismos. Es lo único que nos queda...

JoPo dijo...

nos leemos pronto amigo Obdulio!!

El gramático pardo dijo...

Don Obdulio: si tienes problemas para dejar comentarios en otros blogs, quizá tengas que limpiar los cokies de tu ordenador. Eso me han dicho.
Ojo que yo no sé nada de esto.
Saludos

Jesús dijo...

Parece que todos los modernos pedagogos estaban equivocados, donde haya un buen estacazo a tiempo que se quiten todas la teorias educativas. Disciplina es lo que hace falta.

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Lo mismo digo, señor autrigón!

Pues no, señor Gramático Pardo, sólo me está sucediendo en el blog de usted. En cuanto a "coquies" y todo eso, no tengo ni pulcra idea. Yo soy a la informática lo que Pinochet a la democracia.

¡Don Jesús, usted como siempre rompiendo esquemas!

¡Abrazos!

NEKA dijo...

Ya he mirado lo de los comentarios y no se que te ha podido pasar,parece que van bien, en el blog de estadísticas si tenía tu comentario y ya lo publiqué. Si me han mandado otro y sin problemas. Igual tiene razón gramático y es por las cookies.
Algunas veces me ha pasado a mi, he intentado dejar comentarios y no podía pero era por bloguer.
Ahora parece que está todo bien, si te pasa me lo dices.
Un saludo

NEKA dijo...

JAJA ya te digo menuda tribu nos han formado jaj, ya se que soy la vieja chico jaj la verdad que nos han puesto unos motes poco imaginativos con la de ellos que hay que molan mas. Al menos lo de vieja es lo mas fino que me han dicho hasta ahora, hay gente para todo. También te conozco por el blog de cali y Jopo, me alegra que este de nuevo, ya iré a verle. Bueno ahora me voy al tajo, hay que aprovechar el último tirón.
Un abrazo

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Vale, enseguida me paso, Anita!
¡Besos!