¡Insolito, nace un anciano!

En el hospital Princesa Letizia de Asturias, una señora ha dado a luz a un anciano. El abuelo, que peso al nacer 44 kilos y medio, no goza de buena salud ni regular. Se le ve un tanto chuchurrío y demacrado. Dicen que puede deberse a la falta de vitaminas y a la mala vida. Antes de que se muera le van a bautizar, le pondrán el nombre cristiano de Eufrasio María, porque es un nombre adecuado para un señor de su edad. (Le calculan entre 84 y 90 años)
Él se niega por gestos elocuentes. Es que no puede hablar porque le falta la dentadura y padece una amnesia parcial, sólo se acuerda de que es ateo y por eso no quiere que le bauticen.
La ciencia no se explica este extraño fenómeno. ¿Cómo llego a las entrañas de Flor María, que así se llama la madre del neonato octogenario, este susodicho neonato? Y lo curioso es que nació con boina, bastón y ropa de señor rural. Eminentes doctores se preguntan: "¿Es posible que se desarrollen en el vientre materno boinas, bastones y atuendos rurales?
Lo primero que vio la comadrona fue la boina y exclamó horrorizada: "¡Caramba, parece que es un vasco!, ¡Jesús, Jesús, esperemos que no sea terrorista!" Luego, al sacar el bastón, elucubró con la posibilidad de que fuese un peregrino santiaguero, pero también hubo que descartar esta hipótesis. Simplemente se trata de un señor enfermo y con mala leche.
Flor María ha pensado quedárselo porque no conoció a su abuelo y le hace ilusión tener uno, a pesar de que la comunidad científica ha implorado que lo done para la investigación.
Lo primero que va a hacer la orgullosa mamá es mandarlo al dentista para que le ponga una dentadura. También ha declarado optimista: "Pues si sigue encogiendo, a lo mejor le sirve la ropita de bebé que compré. Y si se hace un ovillito para dormir, pues casi que me cabe en la cuna. ¡Uy, qué preciosidad de abuelillo nos ha traído el Señor!". Es que es muy religiosa Doña Flor.
¿Y el padre qué dice? Pues nada, el padre no quiere que se sepa su identidad porque está implicado en varias tramas corruptas y lo mejor es la discreción. Para colmo el abuelo ha salido comunista, que concuerda con su ateismo, y blasfema una barbaridad cada pocos minutos.
"Quizá lo mejor sea no ponerle dentadura para que no se le entiendan las blasfemias", ha manifestado Carmencita Andrea, hermana mayor del recién nacido. Carmencita Andrea es una niña de siete años que va a hacer la primera comunión este mes de Abril, pero ha salido muy espabilada para su edad y ya odia a su hermanito.
Doña Flor tuvo quintillizos en una anterior relación con un testigo de Jehová arrepentido. Los chicos ya tienen su vida propia pero se mueren. Son militares en acciones humanitarias. Quedan dos vivos y están en Afganistán.
Y la mamá se dirige a su anciano retoño con exquisita dulzura maternal: "¡¿Cómo está mi niñito hoy de la próstata?!" Y el bebé patético responde: "¡Toy fecho una futa mierda!"