martes, 1 de marzo de 2011

¡Dios salve a Gadafi!

Unos 140.000 libios han huído a Túnez porque su amado líder les machaca a bombazos si se quedan. Don Gadafi resiste como gato panza arriba los ataques de los rebeldes drogados. Todo el mundo se la tiene jurada al pobrecillo líder amoroso: Obama, Bin Laden, Benedictus... hasta el Excelentísimo Aznar, y eso que hubo un día en que fueron muy amiguitos, hasta estuvo a punto de instalarse la jaima en El Escorial para que la corte libia asistiese al bodorrio imperial de la hija del excelentísimo.
Don Gadafi tiene unos hijos muy fieles, todos ellos muy bien criados (con leche de camella bendecida por Alá) y muy modositos, como los hijos de Ruiz Mateos. He leído por ahí que dos de ellos se pelearon por la franquicia de la Coca Cola. Bulos, insidias de rebeldes drogados que no tienen otra cosa que hacer. Además, ¿en que familia no hay diferencias? A mi no me cabe duda de que la familia de Don Gadafi es ejemplar, como la de Pinochet, que también era muy religiosa y de comunión diaria.
¿Por qué la gente es tan mala y se empeña en echarles?... Don Gadafi está en todo su derecho a machacar a su pueblo a bombazos porque es el salvador de la patria.

7 comentarios:

Jesús dijo...

Me temo que en Libia está naciendo un nuevo Afganistán.
Echaremos de menos al mahdí del desierto.

Obdulio de Oklahoma dijo...

No es tan montañoso aquello, es más fácil controlar la situación para una potencia "potente"
¡Abrazos!

Alfonso dijo...

Don Obdulio, un abrazo.

No he estado de retiro espiritual, ni estoy haciendo penitencia por la promesa de no visitar su blog, simplemente, mi ordenador, no se si contagiado por las revueltas de los habitantes del Magreb, se revela contra su dueño y me pone en cuarentena, permitiéndome caprichosamente que cosas puedo hacer y que cosas no.

Como ya lo tengo cuasi domeñado, aparezco por aquí para opinar que los caudillos de ahora no son como los de antes. Vale, si, serán feos, bajitos y con la voz aflautada, pero el nuestro después de 40 años murió en la cama y al de Libia los 40 años no le van a servir para acabar igual, según parece. Y ademas es tan tonto el caudillo moro, que si bien nuestro caudillo hizo primero una guerra para estar después 40 años en el poder, el moro esta primero 40 años en el poder y después hace una guerra.

Lo que digo, ya no hay caudillos como los de antes...

Un abrazo.

calimeroesmalo dijo...

Don Gadafi no es tan malo, hay quien hasta se ha sacado fotos con él y no eran unos mindundis cualesquiera, no, eran famosetes, oiga.
Uno está casado con esa Francesa que se despelotó y ahora berrea canciones de amor presidenciales. No, no es Madonna.
Otro es ese señor bajito que gustaba de circular y beber y saludar a los estudiantes Universitarios con un solo dedo para no gastar toda la mano....
¿ Se acuerda?
Y lo de usar aviones con su pueblo, he llamado a Libia y man comentado que al sobrarles petroleo hasta por las orejas pues que paqué gastar en autobuses ( lo cualo hasta tiene su lógica) y que no nos preocupemos que son exageraciones lo que se cuenta por ahí.
Que eso de bombardeos son excavaciones autorizadas por doña Rita Barberá y de paso construir un campo de concentra...Espere que me corrigen...Un metro y una mezquita y tal...
¡ Gadafi es grande !
( y si no ya se encarga él de encoger a los demás , hay urnas para incinerados de tamaños muy asequibles)...
¡ Un abracete!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Bienhallado, Don Alfonso!
Es usted mejor recibido en este blog que el mismísimo Obama.
Su ordenador es muy inteligente, se pone en huelga para permitirle a usted que salga a respirar aire fresco, de paseos, corra... haga vida sana, vamos.
El señor Gadafi también podría morir en la cama. Cuando vea que ya no tiene salida, puede echarse en la cama e ingerir una pastillita de cianuro, o pegarse un tiro, que va más con su personalidad. Luego harían la película, y no me diga que no es muy cinematográfica una almohada empapada en sangre. Alex de la Iglesia le sacaría mucho partido.
El cadillo del Ferrol del idem fue un herido de guerra a destiempo. No estaba megamutilado como Millán Astray, pero su peor enemigo, que lo tenía en casa, el doctor Martínez Frankenstein Bordiu, le sometió a indecibles torturas durante un mes, hasta el punto de hacerle exclamar "¡Ay, lo que cuesta morirse!" ¿Pensaría en esos momentos en todos los republicanos torturados?

¡Un fuerte abrazo, Don ALfonso!

Obdulio de Oklahoma dijo...

¡Hello, Don Cali!
Creo recordar que al señor bajito ese le regaló un caballo.
Fíjese usted, unos se quejan de que el petróleo está por los nubes, y el señor Gadafi venga a gastar combustible con sus aviones ("por las nubes"... ¿lo ha pillado?)

¡Abracetes a discreción!

calimeroesmalo dijo...

jajajaja por las nubes...Muy weno jajajaja