sábado, 12 de septiembre de 2009

Monstruitos

Dicen que es porque la sociedad no crea expectativas entre los jóvenes, porque los idiotiza a base de televisión, alcoholes, discotecas, drogas y todo lo innecesario para que se hagan cada vez más memos y "competitivos" ¡Hala, un atajo de idiotas compitiendo por los grandes premios a la mediocridad!

La cuestión es que estamos rodeados de monstruitos muy molestos, gente sin otra escala de valores que el consumismo y la idealización de su eterna juventud, el todo vale para conseguir lo que quiero y el desprecio absoluto a cualquier cosa que ignoran, y lo ignoran casi todo.

No hablo, por supuesto, de la juventud en general, sino de un sector de ella (¡desgraciadamente grande!) cada vez más inculto y agresivo; chicos "valientes" para molestar y muy cobardes para plantar cara a la sociedad y exigir las soluciones que requieren sus problemas; chicos, y no tan chicos, que se enmascaran en motos muy ruidosas o en coches megafónicos (generalmente comprados por papá) para romper la paz por donde quiera que pasen; jóvenes, y no tan jóvenes, que desprecian a ancianos o niños en los pasos de cebra porque su coche les da seguridad, "valentía"para tragar millas sin necesidad de cumplir las normas ni respetar a los más débiles.

Tirar latas de refresco o cualquier porquería por la ventana del coche es lo más normal para estos "antisistema", o colillas encendidas, o berrear con el claxon y la luz larga para abrirse camino por calles, carreteras, autovías y autopistas como Don Suero de Quiñones lanza en ristre.

No entienden de derechos y deberes, de leyes y tribunas públicas, simplemente "cogen" lo que necesitan; beben, alborotan, follan, orinan y cagan; tienen las calles y plazas a su disposición. No importa que en el entorno haya una vecindad que necesita el descanso. Si se trata de reivindicar algo, tienen carta blanca para asaltar comisarías, quemar autobuses, volcar contenedores o romper escaparates, y cuando no apalizar mendigos o emigrantes. Y son ellos los que recogen el testigo de sus mayores más paletos para perpetuar las "gloriosas tradiciones", acosar y herir a vaquillas y toros inocentes, dando lugar a las muertes más estúpidas de seres humanos, a veces sufriendo graves cogidas por el recto y quedando yertos en la calle en medio de un "ambiente festivo" de lo más civilizado.

Y no digamos ya en Internet. Aquí, en esta red de todos, en este invento que marca un gran avance en el progreso tecnológico, los energúmenos se convierten en "anónimos" con patente de corso para exhibir videos de palizas y torturas y vociferar sus necedades a los cuatro vientos.
Hablan en tono excesivo, grosero, descalificando todo lo que no entienden, y no entienden de nada. Nos muestran su carencia para la dialéctica y emplean mucho palabras y frases enteras con todas las letras mayúsculas, el ruído de las motos, de los altavoces, el griterío de su imbecilidad. Tergiversan a propósito para poder insultar mejor y llegan a ser patéticos y ridículos en extremo.
Pongo un ejemplo de lo que me ha sucedido en otro blog: Me han tachado de pedante, "intelectual", "abuelete" (para ellos son insultos) pretencioso y no sé cuántas cosas más, simplemente porque dije en un comentario que no veo la televisión desde hace muchos años, que decidí un día excluirla de mi vida para siempre. Les es imposible entenderlo. No hay tonalidades para ellos, todo es blanco o negro, bueno o malo, como las series televisivas que les "enganchan" y de las que aprehenden sólo los aspectos más agresivos.
No han sido enculturados, sino atrofiados. No pueden asimilar que alguien haya sustituído el aparato doméstico tradicional - "imprescindible" para ellos - por los libros (más tradicionales aún) optando por un tipo de vida tranquilo sin depender de la "caja tonta" No lo comprenden y por eso me desprecian, y por eso me la han liado gorda y siguen insultándome, porque les es muy fácil hacerlo amparados en el anonimato. Tiran la piedra y esconden la mano, como los "borrokas" No tienen que dar cuenta a nadie, ni siquiera cuentan con una identidad, no responden a un nick, se tapan la cara como en sus bravuconadas callejeras, es su signo de valentía.
Decididamente, son los monstruitos de nuestra época. Amigos lectores, mucho ojo, ya no sólo atacan a los ultras del equipo rival, mendigos, inmigrantes o "rojos" ¡Los que no vemos televisión también estamos en peligro! (Y menos mal que no les dije que tampoco fumo. ¡Me matan!)

6 comentarios:

Obdulio de Oklahoma dijo...

He respondido a su comentario en el post de abajo. Me abstengo de entrar en su blog hasta conocer su respuesta.
Sinceramente le pido perdón por las molestias causadas en lo que a mi me concierne.
Afectuosamente...

Obdulio de Oklahoma dijo...

Se me ha olvidado poner el destinatario del comentario precedente, es para usted, señor Gramático Pardo.

El gramático pardo dijo...

Don Obdulio:
No me trate usted así, que yo le quiero bien a Usted. Solo le he pedido que no le entre al trapo al anónimo para ignorarlo.
Y como he visto que volvía el anónimo a las andadas le he suprimido dos comentarios, lo cual nno me agrada, pues lo de la censura no va conmigo.
Así que ya sabe, usted es bien hallado en mi blog.
Por cierto, me ha gustado lo de tirar la lata por la ventana. Si usted supiera lo que he visto tirar por las ventanillas, cuando salgo a andar en bicicleta, quedaría espantado: una vez mientras subía un puerto me estamparon en la pechera un condón usado.

Jesús dijo...

La sociedad va para atras en medio de un gran despliegue tecnológico. La televisión misma está a punto de desaparecer sustituida por el video en internet.

calimeroesmalo dijo...

Lo de los videos en internet y gente con los coches tuneados es algo ya habitual Obdulio.
Solo hay que meterse en Youtube para verlo como bien dices. Triste pero cierto.
Y sobre ver televisión , para lo que dan.....
¡ Un abrazo Obdulio!

Obdulio de Oklahoma dijo...

No le he tratado ni bien ni mal ni regular, señor Gramático Pardo, sólo le he planteado que hay dos soluciones, borrar los comentarios de los tarados o dejarme que me explaye, si es preciso cagándome en la puta madre de todos ellos. Ahora vengo de echar un vistazo a su blog y sigue la misma basura.
¡Un abrazo!

Estoy de acuerdo, Don Jesús.

¡Coño, Don Calimero, como no se pasaba por aquí, yo tampoco me he pasado por su blog creyendo que seguía de médicos!... Enseguida voy a echar un vistazo.

¡Abrazos!