Viene del post anterior
Estuvo tentado en salir de la cama y afrontar su incierto destino, pero sintió pavor al pensar que unas garras monstruosas podrían asirse a sus piernas.
Pasaron los minutos sin que tomase una decisión, muertito de miedo que estaba como no lo había estado jamás en su deprimente vida de sacerdote.
Y en esto que Montsita se despierta porque siente ganas de orinar y encamina sus pasos hacia el servicio. Tropieza con una silla y enciende la luz de la habitación. Se vuelve y mira al edredón que cubre el cuerpo de Don Ovario. Una sonrisa ilumina su cara de dieciseisañera discapacitada intelectual y le dice:
"Vaya, me he dormido, no he podido ver si te asustabas mucho con la broma. Es que el otro día le estuve grabando a mi padre mientras dormía y... ji,ji,ji!... he puesto el aparato debajo de la cama y le he dado al play antes de que entrases en la habitación"
Sobraban explicaciones. El Padre Ovario González acababa de morir de un infarto. Que Dios lo tenga en su gloria.
The End
Dos posts más abajo: Una síntesis de la situación religiosa, política y social de nuestra querida España.
sábado, 11 de junio de 2011
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3 comentarios:
Pobre cura, murio en pecado
Quizá se arrepintió de todos sus pecados en el último momento, y eso vale. Recuerde que se santiguó al sentir la presencia extraña.
Buen día!
¿ Ande irán estos al morir? ( Ya sé que a dar de comer a los gusanos normalmente pero en reglas de su propia ideología muy arriba no creo).
Muy buen relato y muy curioso, yo pensaba que sería alguien en busca de venganza jajajajaja.
¡ Un abrazo Obdulio!
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